Steemit Engagement Challenge | S7W5 | Write A Short Story.

Saludos amigos de la comunidad Steem for Pakistán.

Para esta quinta semana del Steemit Engagement Challenge Season 7, la comunidad nos presenta un concurso donde pondremos a prueba nuestra capacidad para crear historias, seguro leeremos mucho contenido interesante, espero qué el mío sea uno de ellos.

Bajo la Sombra Oscura del Pinar

_{Imágen de mi propiedad}

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Estamos en el mes de Febrero, el mes donde la brisa de la sábana es más fuerte, donde el frío eriza la piel y las noches son más oscuras que de costumbre. Esto le decía el viejo Rubén a sus recién llegados visitantes.

El mes de febrero trae consigo la temporada de verano, una temporada en que los jóvenes y los adultos salen de cacería, el agua escasea en las quebradas y riachuelos, el venado sale desesperado y sediento de los matorrales buscando donde tomar un sorbo de agua.

Sentados están el viejo Rubén con sus nietos de 16 y 17 años, jóvenes criados en la ciudad y sin ninguna experiencia en el campo, vinieron a pasar sus vacaciones en el campo, pero no como algo recreativo, sinó más bien como castigo por parte de sus padres.

Como de costumbre los adolescentes se concentran más en la parte tecnológica y olvidan lo que existe a su alrededor, los jóvenes se habían vuelto muy descuidados en sus tareas dentro del hogar y también en los estudios.

Así que sus padres sin pensarlo dos veces los enviaron al campo, allí entrarían en contacto con la naturaleza, verían la realidad del trabajo del campo, deberían de preparar su propia comida, levantarse temprano, bañarse con agua fría, dormir sin ventilador y vivir sin luz eléctrica.

De esta forma apreciarian lo bien que vivían en casa, por lo menos esta era la idea que rondaba en la mente de su padre. El viejo Rubén es el abuelo del padre del Sr Jaime, padre de los dos jóvenes, un hombre que no descansa de trabajar en el área de la construcción para darle buena vida a sus hijos.

Los jóvenes llegaron al campo de noche, así que podían percibir esa brisa fría qué el viejo Rubén describía. Los padres de los jóvenes se fueron y ellos se sentaron un rato con su bisabuelo en la interperie, bajo la luz de la luna.

Al día siguiente el solo cantar del gallo despertó a los jóvenes quienes acostumbraban a dormir hasta muy tarde, ya la claridad del sol mañaneros traspasaba las ventanas de bambú, la noche fue acogedora a pesar de no contar con aire acondicionado, los muchos se levantaron con buen humor y con muchas ganas de aprender sobre el campo.

Con una sola noche en el campo ya sentían la diferencia de vivir en la ciudad, el viejo Rubén los recibió con una taza de leche de vaca bien caliente, pan y huevos del corral de las gallinas, los huevos eran tan puros que el amarillo del huevo era más bien de color naranja, qué sabroso está este desayuno abuelo! Exclamó el joven de 16 años llamado Santiago.

Luis, el hermano mayor también movió su cabeza en señal de gustarle el desayuno, ya qué estaba tratando en buen pedazo de pan en ese momento.

El viejo Rubén les dijo que ya no quedaba carne salada para el día siguiente, así que tendrían que alistarse para salir de cacería en la noche, les dijo que el lugar más seguro donde conseguir venados era el pinar, una gran extensión de pinos que dejó una vieja empresa aserradera.

Los muchachos entusiasmados por salir de cacería no cesaban de hacerle preguntas a su abuelo, una de ellas fue sobre las armas que llevarían y el abuelo les dijo, No!! Ustedes solo servirán de ayudantes, al caer el venado, serán los que lo cargarán! Aún no pueden disparar armas, además, no vamos a arriesgar nuestro alimento con un mal tiro.

Esto decepcionó un poco a Luis, pero luego vio el lado positivo, el solo hecho de ir y conocer el lugar donde se caza venado era una gran ventaja.

Llegó la noche, el viejo Rubén preparó su escopeta, un revólver y un machete corto bien amolado, aseguró sus botas de cuero, le colocó la silla a los dos caballos y le dijo a sus nietos que lo montarán.

Los caballos caminaron por alrededor de una hora, hasta que llegaron al pinar, amarraron los caballos y bajaron con mucho cuidado, el abuelo les dijo, no muestren miedo, no se asombren al ver el animal, si ven algo más no griten, solo manténgase juntos y siempre viendo mi espalda.

El olor a pino era penetrante, la vista se perdía entre los troncos perfectamente alineados, la luz de la luna dejaba ver la sombra de las ramas de los pinos, a veces confundía y llegabas a pensar que había algo más allá de dónde llegaba la visión.

En un abrir y cerrar de ojos el abuelo lanza un disparo y cae una masa de músculos en el suelo, listo, ya tenemos alimento, Santiago voltea a decirle a Luis que ya tenían alimento, pero Luis no estaba.

Abuelo, Luis no está! La luz de linterna se deja ver por todos lados, traspasando la sombra oscura, la brisa se hace más fuerte y el temor eriza la piel de Santiago, el viejo Rubén se nota preocupado.

Les dije, siempre viendo hacia mi espalda, busquemos a ver a qué le dí, corrieron hasta donde había caído el bulto.. El descubrimiento fue tranquilizante al ver qué el cuerpo caído era del venado y Luis estaba a su lado emocionado al ver el tamaño del animal.

El miedo desapareció y todo volvió a la normalidad, los muchachos cargaron el venado y está experiencia quedó guardada en la memoria de Luis, Santiago y el Viejo Rubén.

Fin!!

Gracias por leer mi historia!!

Invito a participar en este concurso a @lirvic @norat23 @eglis

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