A veces pasamos por situaciones no tan difíciles y nos cuesta recuperarnos, sin embargo cuando vemos a nuestro alrededor hay situaciones peores. El ser humano es complicado y busca complicar a los demás, sobretodo en situaciones que no tienen importancia.

Hace un par de días conocí a una mujer joven, la cual esta pasando por una situación delicada de salud, le habían diagnosticado cáncer de mama, me llamo la atención la forma como esta mujer enfocaba su problema de salud, es una mujer muy creyente, profesa la religión católica. Ella dice que por algo pasan las cosas, que Dios le ha puesto esa prueba, la cual ella va afrontar con responsabilidad y valentía, que no pude entregarse, tiene un marido excelente, el cual ha estado allí con ella en las buenas y en las malas, tres hijos enfrentando una adolescencia, ellos necesitan de ella y en estos momentos no puede decaer.

Le da las gracias a Dios por ser detectada a tiempo con el cáncer, que si Dios no estuviera pendiente de ella, ese cáncer hubiese avanzado y sería peor la situación, Dios no quiso eso para ella, solo que el cáncer fue detectado a tiempo.

Me agradaba ver hablar y como se expresaba esa mujer, la fe que tiene es impresionante, la dulzura de su rostro transmitía paz, tranquilidad y mucha serenidad.

Solo me quedo decirle que admiraba su forma de enfrentar su situación que valentía demostraba al expresarse, que ella es una mujer fortalecida y que Dios esta escuchando sus oraciones. Que en un futuro no muy lejano volveremos a vernos y ella me contará su proceso de sanación y de como Dios la ha ayudado.

La señora se despidió con un fuerte abrazo, salió por la entrada principal y de lo impactada que estaba con esa mujer solo alcance a decirle disfruta del día te lo mereces.