¿Cuánto vale tu Familia?

El caminante estaba en un consultorio odontológico, esperando su turno que tardaba más de lo normal, debido a una urgencia de último momento; ojeaba una revista que hablaba de los padres altamente responsables, el informe decía: “Quizás una meta central de papá y mamá, es criar y ayudar al desarrollo de niños saludables; claro cada familia con su estilo, herencias culturales y normas aprehendidas o implementadas de mutuo acuerdo, quizás para no repetir patrones vergonzosos o muy severos, como les ha tocado a algunas personas; el ideal es que ambos hagan presencia física a diario.”

Entonces recordó la historia de Samuel, un descendiente judío; quién logró emigrar a New York y escalar en menos de diez años, en una importante empresa de carrotaje. Se hizo corredor de bolsa y logró ganar su primer millón de dólares. En su hogar ya había 3 pequeños menores de 10 años. Ha comprado una vivienda cómoda y amplia en un buen sector; su esposa dejó de ser empleada, para que se dedicara a la crianza de los hijos; pues Samuel les ha hecho la promesa de ganar en los próximos 5 años, 10 millones de dólares; cambiaran a un sector más selecto de la sociedad y todo lo mejor que pueda comprar el dinero.

Pasaban los meses y Samuel vivía ausente de su hogar, se hizo cargo de un departamento y debía revisar los negocios de más de 20 corredores, el tiempo libre era sólo para descansar un poco. Cierta tarde su esposa lo llamó, y él para seguir revisando informes puso el altavoz; ella le decía que un niño estaba enfermo, el otro necesitaba ayuda en las tareas escolares, ella no daba abasto, los niños reclamaban a su papá. El jefe que pasaba por allí, escucho la conversación del momento. Suspenda la tarea Samuel -le dijo- vamos a tomar un café.

En la cafetería le dijo que lamentaba su difícil situación de familia; sé que está comprometido con su familia y con su departamento a ganar 10 millones en comisiones. Sabes, le voy a hacer una propuesta, piénsala y conversa con tu esposa; con mi señora llevamos 15 años de matrimonio y no podemos tener hijos; le ofrezco 10 millones de dólares por 2 de tus hijos, me los entregas en adopción con documentos legales. Samuel sintió que un frío le recorría todo el cuerpo; se levantó, camino, pidió otro café; con lágrimas en los ojos y voz entrecortada le contestó a su jefe: