Mi Encuentro con la Pachamama | #14 🐢😎📷📲🔥😎

Mi abuela materna tiene en su casa muchos morrocoyes (Chelonoidis Carbonaria) adultos y jóvenes, hembras y machos; ella le encanta este tipo de animales y los cuida como si fuesen sus propios hijos, un amor incondicional. Fui a visitar a mi abuela hace aproximadamente dos semanas antes de esta publicación, ese día me encontré con la sorpresa de que tenia un bebe en casa ... un morrocoy bebe ... ella estaba muy contenta y no dejaba ver al pequeño morrocoy con nadie, aunque sí me permitió tomarle algunas fotografías; ¡el poder de los nietos manda🔥! 😂🤣🥰🙈

Mi abuela me comentó que el día anterior encontraron al morrocoy bebe en la morrocoyera (espacio donde tienen todos los morrocoyes) y lo sacaron de allí para evitar que los demás morrocoyes lo aplastaran o mataran al pequeño bebe. Yo me sorprendí con este nacimiento, ya que para ese momento aún no habían comenzando las lluvias acá en Tucupido y los morrocoyes aprovechan las primeras lluvias del invierno para salir de la cuevas donde fueron enterrados por sus madres ... fue un hecho muy poco común, al menos para mí,🤔 quizás sera parte de todo ese cambio natural que hemos venido presenciando en los últimos años.

En el apareamientos de estos animales hay algo que me da mucha risa: todos conocemos a los morrocoyes como una especie muy tranquila, pero en época de apareamiento los machos pelean entre sí para saber quien gana el corazón o el derecho de apareamiento con la hembra; en dichas luchas gana el que logre poner al rival con las patas hacia arriba😂. Las hembras depositan los huevos en suelo, generalmente en un hueco de hasta 30 centímetros de profundidad que ellas mismas cavan y luego los cubren con tierra; después de un periodo de 4 a 5 meses nacen las nuevas tortuguitas bebes y desde ese momentos estos animales se valen por sí mismos, ya que sus progenitores no se encargan en absoluto de su cuidado.