Delfín, bellamente juguetón

Cuando pienso en delfines me acuerdo de la historia del delfín y el perro que salió a navegar con sus amos. Resulta que aquel perro sintió curiosidad por los sonidos emitidos por un delfín que emergió a la superficie; el perro sintió alegría e inicio a batir su cola, pero vino una ola y el perro se rodó y cayó al agua; el delfín de inmediato entró en acción localizando al canino, lo ha subido en su dorso y lo ha regresado al yate; iniciando el bello proceso de la amistad; sí, el delfín pertenece a una especie privilegiada que se puede relacionar con los humanos, en nuestro ejemplo con el cachorro.

Esta cualidad es debido a que son carismáticos, por tener formas de intuición y servicio altamente desarrollados, es una especie fascinante; historias como la anterior, la tienen en el corazón un sin número de personas de mar, que han sido rescatados o ayudados en algún naufragio principalmente; quienes tienen intuición elevada y altamente desarrollada, afirman que los delfines también conectan con la espiritualidad. En el blog: -poemas del alma.com- Alejandro J. Díaz Valero, nos describe al delfín así: “Eres mamífero del mar, aunque pareces pez; eres el bello animal que tantos quieren tener”