Me presento ante ustedes, again 🌿

Hoy estoy nuevamente aquí, haciendo mi presentación porque me equivoqué al publicarla. Así, hola de nuevo. Me llamo Arling, tengo 21 años y vivo en la zona de Barlovento, Estado Miranda. De tres hermanas, yo soy la del medio.

Me gusta ingresar a sitios, comunidades virtuales, en las que puedes interactuar con personas y compartir con ellas, aunque la sola idea de hacerlo me genere mucha ansiedad. Para estar aquí haciendo esto tuve que mentalizarme toda una semana, en un tira y afloja de posibles desgracias y beneficios, o en cómo podría ayudarme en mi camino para mejorar mi persona. Porque esa es la meta final, la más importante de todas; ser la versión de mí misma que siempre he deseado. Mi más grande proyecto.

Aprendí a dibujar, no tengo el nivel que me gustaría, pero es decente. Lucho con la frustración de no lograrlo a la primera. Disfruto de pintar, aún más cuando no tengo dolores de espalda. Me gustaría hacerlo digital, así que una de mis metas es lograr convertirme en ilustradora y diseñador gráfico. Ese sueño nació de la sensación que me llenó cuando fui consciente del proceso de creación de caricaturas. Yo quería hacer eso; pero también quería expresar lo que sentía por ese medio. Se me dificulta expresarme. Aprendí a tocar el violín cuando estaba en cuarto grado de primaria. Mi mamá escuchó del lugar y quería que yo ocupara mis tardes en un lugar productivo. Mi idea era tocar el piano, que es mi primer instrumento favorito, pero no había profesor y tuve que conformarme con el violín. Me gusta el violín, pero no me gustaba la forma en la que lo tocaba, su sonido me irritaba. Y luego tuve que tomar la decisión entre graduarme de primaria o repetir sexto grado, así que lo dejé.

ocasionalmente reutilizo algunos materiales para pintarlos

Si le preguntarás a alguien cercano a mí sobre qué es lo que más suelo hacer, te diría que leer. Leo mucho, todo el tiempo, a cada momento. En algún punto de mi niñez mi papá trató de inculcarme este grandioso y adictivo hábito, más se equivocó en el método. Alguien tendría que haberle dicho que empezara por contenido de mi preferencia y sería un logro para él. Y no fue hasta los 12 años, gracias a una vecina, que me empezó a gustar la lectura. De hecho, salvó mi vida y se volvió mi lugar seguro. O se volvió mi adicción, no lo sé. Me siento ansiosa cuando no tengo nada que leer.

Amo la música y no entiendo a las personas a las que no les gusta. Algo muy turbio tuvo que suceder en sus vidas para odiarle. Así que, los audífonos son indispensables para mí, armándome de una buena playlist, siempre puedo organizar un poco mis emociones y pensamientos, o simplemente distraerme de mis pensamientos. Y, uniéndose al acordeón de mis gustos, se añaden ver series y películas. ¿Uno de mis sueños frustrados? Ser actriz. Creo que es lo más cercano a vivir mil vidas. Mientras leo, en mi cabeza, hago una voz diferente para cada personaje, y cuando nadie me ve, inconcientemente hago los gestos que los personajes se supone que expresan.

Debido a ciertas circunstancias que se dieron en mi vida, de las cuales algunas siguen sucediendo, le tomé un gran interés a la psicología, por lo que esperaba con ansias graduarme de bachillerato para optar por esa profesión, ya que, la ilustración, el diseño gráfico (en algún punto la arquitectura) y la actuación estaban muy, pero muy lejos de ser reales para mí.
La ilustración no es tangible para mí hasta que pueda costearme la herramienta.
No tengo una buena condición física, de hecho, me disgusta correr, pero actualmente trato de cambiar eso. E ironicamente al hecho de mi pésima condición física, me gusta hacer senderismo y embarcarme en excursiones. Venezuela goza de preciosos lugares naturales con hermosas vistas, y mi zona y sus aledañas poseen esa belleza. Cada vez que voy a algún lugar de esos, tengo que capturar un poco de esa belleza, aunque no le haga justicia. Y no solo de lugares como eso, también de lugares comunes a los que asisto, pero un cambio de perspectiva en un lugar común siempre tiene algo que ofrecer.

Al graduarme me topé con que no tenía la economía para estudiar esa carrera (pues en la universidad de mi ciudad no la imparten) y la situación del país no estaba (ni siquiera sé si aún lo está) como para esforzarme a lograrlo. Tuve que conformarme a ingresar a esta universidad de mi ciudad y estudiar otra carrera, no duré mucho en ella porque al año siguiente caímos en pandemia. Al año siguiente una amiga me sugirió estudiar medicina y me convencí de ello pues. En serio traté, lo intenté, pero me sentía igual de vacía que cuando estudiaba la anterior carrera, así que la dejé. Si no estás motivado a tomarte en serio una carrera en el aérea de salud es mejor que lo dejes, hay vidas de por medio y puedes ir a la cárcel. Me resigné e intenté trabajar, no funcionó. Por alguna razón, no importa como me presenté, ni como me hable, no soy una opción a contratar. No estoy loca, en este lugar no me quieren. Aunque hubo un punto del año pasado en el que todo empezaba a salir de maravilla, la realidad entró por la ventana a recordarme que mantuviera los pies sobre la tierra. Pero ahora, ahora tengo la oportunidad de estudiar psicología. De hecho, es la tercera. La primera fue un fiasco y la segunda un desastre. La tercera en la vencida, ¿No? Dentro de un mes tengo que ir a por mí tercera y última oportunidad. Y cuando digo que es la última, significa que si no lo logro, tomaré esa meta, la haré una bola de papel y la lanzaré a la basura como al resto.

Finalmente, el como llegué a Steemit, fue gracias a un buen amigo, @RomeroIsaac él solamente llegó, me habló sobre el y que tenía que intentarlo. Él suele hacerme muchas recomendaciones, desde aplicaciones hasta contenido audiovisual, por lo que inevitablemente me habló sobre Steemit. Mi cuenta tiene bastante tiempo desde su creación, me sentía (aún lo hago) insegura sobre cómo hacerlo y si lo haré bien, solo confiaré en el proceso.