Científicamente hablando, podemos decir que:

“El gato es un un mamífero carnívoro de la familia Felidae. Es una subespecie domesticada por la convivencia con el ser humano … El nombre actual proviene del latín vulgar catus. Paradójicamente, catus aludía a los gatos salvajes, mientras que los gatos domésticos, en latín, eran llamados felis”. Fuente.

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   Contrario a la mala concepción que algunas personas tienen sobre los felinos domésticos, se han desarrollado algunas teorías donde se destaca, entre otras cosas, que los gatos son seres mágicos, seres extrasensoriales que absorben las energías negativas que nos rodean transformándolas en energías positivas. Pueden ver hacia las diversas dimensiones de la tierra, por lo que nos protegen de entes espirituales que nosotros no podemos ver. Puedes leer más información al respecto presionando aquí

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   Desde que yo recuerdo, mis padres siempre tuvieron gat@s. Mi mamá no es muy amorosa a ellos, pero los prefiere más que a los ratones. Por su parte, a mi padre siempre le han gustado los mininos, gusto heredado de su madre, mi abuela Julia, quien siempre tenía un montón. De esa línea genética me nació el amor hacia los gatos.

Cuando ya vivía con mi esposo e hijos, me regalaron una gata siamesa, Nalia; la tengo desde que tenía un mes de nacida, en este próximo mes de septiembre va a cumplir trece años. En ese tiempo vivíamos en un apartamento, donde creció solo con dos perritas poodles, con ellas jugaba, comía y dormía, cosa que hizo por diez años, hasta que mis poodles fallecieron y, hasta la actualidad, Nalia no comparte con los demás gatos, yo creo que se cree una perrita también.

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Hace seis años nos mudamos a una casa, en cuyo patio hacen vida un grupo de gat@s comunitarios. Como debía hacerles comida a mis perras, empecé a darles comida a ellos también; de tal forma que se acostumbraron y, cuando se acerca la hora, van apareciendo uno a uno.

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Algunos ya tienen confianza, entran a la casa y pasan el día ahí, algunas gatas han traído sus crías, otras que han parido en la época de lluvia, las he acomodado adentro y luego damos en adopción a los gatitos, otros se quedan en la comunidad, lo cierto es que se ha acrecentado mis gatos que, no son míos pero sí son. Así les puedo presentar a:

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Polo y Galerón: Son dos hijos de la gata Daniela (así le puso mi hija) que los parió en un rincón del patio, pero como estaban en peligro de ser atacados por un perro, me los traje para la sede de mi trabajo al cumplir un mes y medio. Allá, en mi trabajo, necesitaban uno para que atrapara los ratones, así que les llevé los dos. El de esta foto es Galerón y Polo es el que aparece conmigo en la foto de portada o principal.

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Marcio y Sombra, la pareja del Ying y Yang. Marcio, el blanco, lo encontré muy pequeñito en el patio con una larga cortada por todo el costado izquierdo. Como estaba lloviendo lo llevé adentro por unos días mientras lo curaba, pero tiene problemas en la piel, es albino y la piel se le descama por cualquier motivo, así que se quedó conmigo. Sombra, por su parte, la trajo su mamá gata para la casa pequeñita también; como es hembra nadie quiso adoptarla, así que se quedó con nosotros, además es muy cariñosa y cuando todos se van, ella es la que siempre me acompaña en la casa.

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   Marmoleada: Esta gatica, con dos hermanitos más, los encontró mi hija y unos amigos dentro de una caja, botados en la parada. Se los trajeron y se los pusimos a Daniela para que los amamantara, que en ese momento estaba criando otros gaticos. Los hermanos los dimos en adopción y ella se quedó con nosotros. También es sumamente mimosa, todas las mañanas se monta en la cama a despertarnos, se queda saltando de un lado a otros, se duerme un rato hasta que nos levantamos. Esta foto es de hace un mes, con su primer parto, ya están en proceso de adopción.

Tambor: Es un siamés que trajeron para la oficina antes que Polo y Galerón, pero aún pequeño lo mordió un perro y le lastimó la columna, estuvo convaleciente un tiempo y se fue mejorando poco a poco; actualmente se encuentra muy bién.

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   L@s otr@s gat@s comunitari@s van y vienen, entran y salen y se mantienen al pendiente del movimiento de la repartición de la comida.

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   Generalmente le tengo mas consideración a las gatas porque casi nadie quiere adoptarlas, siempre se quieren llevan los machos. Lamentablemente no tengo los recursos económicos para esterilizarlas y esa operación es costosa para nosotros, además que son muchas. Aunque no pierdo la esperanza de que se presente una oportunidad para esterilizarlas una por una, porque son ellas las que sufren más, en el celo, el embarazo, el parto, la crianza y el despego de sus gatic@s.

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   Eso es todo por hoy, posteriormente voy a publicar otras ventajas de tener un gato o una gata en casa, para que más personas tomen conciencia y adopten gatit@s, tod@s merecen un hogar donde los quieran y puedan crecer felices.

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   Todas las fotografías son de mi propiedad, de nuestro archivo familiar, de uso personal.

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@marisabril