Steemit Engagement Challenge S3:W3 - What different animals can teach humans by @marvinvelasquez (Spanish)

Saludos queridos amigos de la comunidad de @steemindiaa, siempre es un gusto saludarles, desearles éxitos y bendiciones desde el lugar en que se encuentren, además de agradecerles por el tiempo que se toman para leer estas líneas, las cuales les escribo con mucho placer y cariño. Hoy quiero dejar mi participación en el Steemit Engagement Challenge S3:W3 - What different animals can teach humans? Aprovecho de invitar a @yonaikerurso, @onebillions y a @bellana a que participen.

Lo primero que debo aclarar es que no soy partidario de tener mascotas, por la simple razón de que los animales, al igual que los seres humanos, no nacieron para vivir en cautiverio. Siento que quitarles la libertad los hace modificar su conducta natural, viéndose la necesidad de cambiarla a una mas sumisa, suprimen sus propios instintos, llevándoles irremediablemente al camino de la extinción. El cautiverio corrompe su esencia.

Ahora bien, respeto a las personas que tienen mascotas, no significa que me contradiga. Hay personas que adoptan animales abandonados por otras personas y les dan un hogar y los convierten en miembros de la familia, eso también tiene sus cuota de admiración. No todo el mundo es capaz de hacer acciones nobles por estos animalitos, como perros y gatos en situación de calle, luego de haber formado parte de un hogar humano.

La lección mas grande de la necesidad de libertad, no la recibí de personas, sino de animales en cautiverio. Un grupo de caballos que eran utilizados para el patrullaje en un parque de la ciudad de Caracas, capital de Venezuela, lugar donde nací y vivo actualmente.

En el parque "Los Caobos" de Caracas, funcionaba una estación de Policía Montada, era la única de la capital, tuve el privilegio de trabajar ahí. Habían 17 caballos y patrullábamos lo que se conoce como el sector cultural de la capital de la nación. Llegue recién ascendido a supervisor, sin saber nada acerca de como trabajar con caballos, pero pude aprender, de hecho aprendí mas de lo que debía.

Mis compañeros tenían la mala costumbre de maltratar a los caballos, la típica técnica de imponer autoridad por la fuerza. Hubo un día que estos animales me enseñaron una lecciones mas importantes que he aprendido, la autoridad no se impone por la fuerza, sino con el ejemplo y el respeto.

Los lunes se le hacia mantenimiento al parque, después de la concurrida jornada de fin de semana, en ese momento el personal obrero se encargaba de asear a todos los caballos y les dejaban en un terreno cercano al lado de la estación para que descansaran del encierro en sus puestos. Un caballo llamado "Angel", que puedo decir con orgullo que fue mi compañero por cuatro años, era muy brioso y derribo una parte de la cerca, por donde escaparon todos. Los 17 caballos se dispersaron por todo el parque.

Se dirigieron hacia las tres puertas del parque, como si estuvieran coordinados, ninguno se quedo solo, parecía que mas que un simple instinto hubiese sido una acción planificada. Sin embargo, las puertas del parque estaban cerradas, no pudieron escapar. Cuando sintieron nuestra presencia salían corriendo para no ser capturados, así estuvimos toda la mañana. Por cinco horas intentaron capturarlos con cuerdas, persiguiéndolos con palos. Ya al estar cansados no corrían, sabían que no tenían escapatoria, así que intentaban patear a los que consideraban sus enemigos, solo se dejaron agarrar por las personas que mejor los tratábamos. Sabia que debía recuperarlos, pero en el fondo de mi corazón habría deseado que consiguieran la libertad que anhelaban.

Ese evento me dio una lección que sigue muy presente en mi memoria, siento que no somos quienes para coartar la libertad de ningún ser vivo en el planeta. Se que quizás esa afirmación no sea bien vista, pues esa es la forma en que la raza humana se ha creado su estilo de vida, pero todo seria mas equilibrado, pienso yo, si en lugar de comportarnos como cazadores, eligiéramos ser cuidadores, guardianes de estos seres que consideramos "inferiores", pero que cada día nos dan lecciones de humildad y grandeza que no todo el mundo es capaz de apreciar.

Para culminar la historia, muchos de ellos dejaron este mundo sin poder salir de los establos, pero un pequeño grupo de sobrevivientes, creo que 7 u 8 caballos, pudieron vivir en libertad sus últimos años de vida, ya que fueron donados a una fundación y puestos en libertad.