Caminar descalzo es darse un permiso para tener contacto directo con las superficies sobre las cuales nos desplazamos, se trata de una sensación maravillosa que nos conecta con la naturaleza y nuestras más antiguas manifestaciones. Sin embargo, debemos hacerlo en las áreas en que haya seguridad de que no existe ningún peligro. Los pies deben cuidarse porque son el sostén de nuestro cuerpo... Éxitos en el concurso.