¡ Opciones! ¿Qué será? #47 Veneno

Había una vez una mujer llamada Carolina casada con Diego. Al principio eran muy felices, viviendo su amor como si fueran protagonistas de un cuento de hadas. No podían esperar para estar juntos, tomarse de las manos y disfrutar cada momento. Sin embargo, cuando Diego empezó a enfocarse más en su trabajo, la relación cambió. Carolina se sentía sola y creía que Diego privilegiaba su independencia financiera por sobre la relación.

Los celos y el resentimiento de Carolina crecieron día a día, alimentando un odio irracional hacia Diego. Aunque intentaba disimularlo, la amargura se apoderaba de ella. Fue entonces cuando Carolina ideó un horrendo plan. Aprovechando que a Diego le gustaba una sopa especial que ella preparaba, empezó a agregar pequeñas dosis de arsénico como veneno. Si bien Diego no notaba nada extraño, su salud se fue deteriorando lentamente.

Astuta y llena de malicia, Carolina sabía que el arsénico se mezclaba con los tejidos del cuerpo sin ser detectado, causando síntomas confusos. Así, día tras día Carolina continuó su envenenamiento gradual, hasta que finalmente Diego falleció. La policía investigó pero no halló rastros de un posible crimen, attribuyendo la muerte a causas naturales.

Al momento de ir a declarar ante la policía, se encontraba el forense, luego ve un brillo llamativo en la ropa de Carolina, logra tomar una muestra y descubre el arsénico, luego le preguntan y confiesa y todo sale a la luz. Finalmente, se descubre un tremendo plan. maléfico

Por la cantidad de crímenes, la prensa le puso apodos como “la mujer sin hijos”, “la viuda venenosa” o “la ciudad de las mujeres asesinas”. El caso despertó gran conmoción y debates acerca de la psicología femenina al cometer crímenes atroces.

Algunos se preguntaban si, en un mundo hipotético compuesto sólo por mujeres, desaparecerían los crímenes pasionales, la violencia doméstica y demás flagelos vinculados históricamente a los hombres. ¿O acaso la maldad forma parte de la naturaleza humana, más allá del género?

Otros especulaban si una sociedad exclusivamente femenina renunciaría voluntariamente a los inventos pensados por mentes masculinas, como la electricidad, las computadoras, los autos o los aparatos electrónicos, sólo por el hecho de no necesitar más a los hombres. Quizás preferirían volver a una era previa a la revolución industrial, dedicándose tranquilamente a las tareas hogareñas, la moda, la crianza de los niños, y los vínculos personales.

Son tantas las preguntas que podrían hacerse sobre ese mundo ficticio. Pero lo cierto es que en la sociedad real, con todos sus claroscuros, existen psicópatas y asesinos más allá de su identidad masculina o femenina. La maldad no distingue géneros cuando se aloja en una mente desquiciada. Y Carolina fue, sadly, un caso real de ello.

Son tantas las preguntas que podrían hacerse sobre ese mundo ficticio. Pero lo cierto es que en la sociedad real, existen psicópatas y asesinos más allá de su identidad masculina o femenina. La maldad no distingue géneros cuando se aloja en una mente desquiciada. Y Carolina fue un caso real de ello, que puso en jaque a una sociedad.

Esta historia cambiada es una historia real que conmocionó a Roma allá por el 1600. Así que cuando pudieron las mujeres se fueron al extremo. Cuando dicen "la igualdad", las mujeres se vuelven devilles, ja, ja. Contame otro chiste.

Si las dejan, pueden volverte loco y hacer la vida irrespirable. Al final los hombres son unos santos al lado de mujeres así. Parece que tarde o temprano actúan y ya no hay chance de sobrevivir. Es dormir con el enemigo.

Y los hijos, ¿qué pensarán de las mujeres asesinas? Mil preguntas que no nos hacemos antes sobre esta historia aterradora.