Tell your story #3/Preguntas inesperadas a la salida del trabajo/Por @gemamedina

Desde temprano en la mañana, cuando comenzamos a alistarnos para la jornada de trabajo, abordamos cada uno de los momentos decisivos del día: la preparación del desayuno, el arreglo personal, oír las noticias de lo que acontece en el país y en el mundo, hasta que nos toca salir a la calle para dirigirnos a nuestro lugar de trabajo y ver lo que acontece en las avenidas, cómo va la gente a sus trabajos, cómo se mueven las personas que laboran en las avenidas, bien sea limpiando, haciendo transporte, vendiendo comida o cualquier variedad de productos.

_{Personas trabajando en las calles caraqueñas}

Yo, en lo particular, tengo mi rutina fotográfica una vez que estoy en la calle para ir a la oficina. Algo que me encanta es tomar las fotos diarias de las flores que venden en un kiosko. Siempre hay maravillas que alegran la vista y nos hacen suspirar al ver tantos colores y formas florales juntos. La dueña del kiosko ya me conoce y sabe que voy a tomar las respectivas fotos del día para mi álbum personal.

_{Yo, en mi rutina de fotógrafa de flores}

Con precaución de no estar distraída, me detengo un momento ante una escena que me guste de lo que pasa en la avenida, sea gente trabajando, tomando apuradas el porpuesto, personas charlando, otras comiendo.

_{Venta de tequeños en plena calle}

Prosigo camino a mi centro de trabajo, donde ejerzo funciones de correctora y editora de libros. Esta actividad me encanta ya que siempre hay que estar leyendo e investigando sobre los nuevos temas y las autoras y autores que debemos publicar. Es una tarea que requiere mucha concentración y paciencia, como todo lo que hacemos con amor en la vida.

_{Comenzando el día de trabajo}

Aquí, entre compañeras y compañeros, transcurre mi jornada laboral de ocho horas, con una hora para almorzar. Durante el día laboral también se conversa con los otros trabajadores y se comparten ideas, criterios, se aclaran dudas.

_{Mi sitio de trabajo}

El momento de partir a la casa se espera con gusto ya para cerrar el día e ir a descansar. Suele suceder que en el último momento de la jornada, casi lista para salir del trabajo, te llame la jefa y te haga una pregunta sobre algún tópico relacionado con un libro que se esté trabajando en ese momento o alguna consulta gramatical, literaria.

Y justo ayer me pasó. Ya con la cartera en la mano me llaman de la Dirección y me preguntan sobre algunos tiempos y modos verbales en una oración para un encabezado de un título: condicional, participio pasado, copretérito, pluscuamperfecto, subjuntivo? Ahhh!!!, menos mal que los manejaba y pude aclarar lo que se me pedía. Sin embargo, me quedó una duda con respecto al condicional de un verbo. Así que cuando llegué a la casa lo primero que hice fue consultar mis libros de gramática, y para mi tranquilidad, yo estaba en lo correcto.

_{Mis libros de gramática y ortografía}

De aquí pues, que al terminar de cenar, me senté cómodamente un rato y me puse a repasar la gramática. A veces, las cosas se nos olvidan por no manejarlas todos los días, y para que esto no suceda es mejor repasar los conceptos que más necesitamos en nuestro quehacer literario para estar siempre al día con todo, en caso de una pregunta repentina.