CONTEST Choices! What will it be? #31|| Horse - Caballo

Estoy participando en el concurso “Choices” que promueve @patjewell, atendiendo a la invitación de mi amiga @esthersanchez.

Quiero invitar a las amigas @sacra97 y @blessedlife

De las propuestas ofrecidas me decidí por “caballo”

Este tema me sorprendió a mí misma, ya que no tengo mucha relación con esta especie animal. Aunque me parecen hermosos, llenos de vitalidad y elegancia.

Al ver los temas propuestos recordé mi niñez y pre-adolescencia.

En ese entonces vivíamos mis padres, mis hermanos y yo en Valencia (Carabobo) Hacía poco que habían inaugurado un parque precioso llamado Parque Recreacional Sur

Según Wikipedia:

Fue inaugurado el 24 de junio de 1971 en el sesquicentenario de la gloriosa Batalla de Carabobo.

Yo calculo que fui unos seis meses después de su inauguración. Me habían dicho que se podía montar a caballo y esa era una idea fija que tenía en mente.

Efectivamente, fue mi primera experiencia como amazona. Guiada por un chico que iba caminando y llevaba las riendas.

Me sentí supercomplacida y feliz. Era un caballo pequeño y un poco delgado el pobre. Lo recuerdo de un color como castaño rojizo.

El guía me paseo por el parque sin que yo hiciera absolutamente nada y durante el tranquilo paseo perdí una pulsera que me había regalado un amigo muy importante para mí.

Esta primera experiencia solo me dejó la experiencia de haber subido sobre el caballo y sentir que algún día podría montarlo sola y trotar a través de hermosos paisajes.

Unos meses más tarde fuimos a pasar fin de año con otros familiares a un lugar que se llamaba Hotel JK, recuerdo que estaba ubicado cerca de la Colonia Tovar a 1.100 mts. De altura y hacía una temperatura muy agradable.

Mi sorpresa al llegar es que había caballos. Muy emocionada corrí hasta ellos y le pedí a mi papá que me diera permiso para montar otra vez.

Esta vez escogí a un caballo un poco más grande color crema. Era precioso y se veía fuerte.
Lo primero que me preguntaron fue si yo había montado antes. Yo con mi adrenalina a millón dije:

¡Sí, por supuesto, yo sé montar a caballo!

Me ayudaron a subir, era bastante alto para mí y el chico me dijo que me sostuviera de la silla que él me llevaría. Era una zona montañosa e irregular y no querían tomar riesgos dejando a una niña sola con un caballo.

Recuerdo que me sentí muy ofendida, no tenían confianza en mí ni en mis habilidades. Le reclamé al muchacho y él me miraba con desconfianza, pero me permitió tomar las riendas un momento nada más.

No sé lo que hice, pero en un segundo el caballo se había levantado en dos patas (creo que se llama encabritarse) estaba furioso y quería desprenderse de mí.

Un segundo después yo estaba en el suelo y sentí un dolor muy fuerte en la cadera. Una pata del caballo me había pisado.

Afortunadamente, solo fue un golpe y no pasó de ahí, al chico le llamaron la atención por mi culpa y yo aprendí que la única relación que me uniría a los caballos de ahí en adelante sería el centauro de mi signo sagitario en el zodiaco.

Al día siguiente me acerqué a donde estaban los caballos, no quería darme por vencida y sentía curiosidad por saber cuál había sido mi error.

Le pregunté a otro chico que estaba por allí y él al verme me preguntó si yo era la niña a quien “Asesino” había tumbado ayer.

Hasta ahí llegó mi historia como amazona. Los caballos me siguen pareciendo hermosos, pero manteniendo la distancia.

Espero que les haya gustado este ejercicio de memoria que comparto hoy.