“El diario de una mujer”

Las mujeres solemos hacer mil cosas y sentir que el día no nos alcanzó para hacer 500 cosas más.

Así somos

Foto propia mejorada con la aplicación PhotoRoom para editar fotos

En esta oportunidad, compartiré el diario de una persona como yo, que no está demás decir que es la vida de una mujer venezolana común, de esas que salen y entrar, trabajan en varios lugares, buscan resolver la vida de una manera práctica y atender a los hijos y al esposo sin perderse en el proceso.

Se dice fácil pero es un reto diario.

Hoy quiero narrarles una salida que hicimos para asistir a una fiesta infantil de un niño que queremos mucho, era su cumpleaños Nº 1.

El día estuvo muy ocupado y aun debíamos comprar el regalo, así que decidimos alistarnos, vestirnos, irnos y almorzar en el mismo centro comercial donde buscaríamos el regalo.

Todos estábamos muy guapos, cuando esto sucede nos decimos cosas bonitas, yo les digo a mis hijos que huelen muy bien y se ven muy bien, aunque no lo crean a los hombres les gusta recibir esa clase de frases.

A mi también me gusta que me digan cosas lindas, porque realmente merecemos escuchar cosas buenas y bonitas.

El centro comercial estaba relativamente solo, y había muy pocos sitios para comer abiertos (asumo que era por la hora), ya que para ser un almuerzo comimos bastante tarde.

La chica que nos atendió nos era conocida, creemos que fue estudiante nuestra.

Yo pedí carne con pasta a la napolitana, salí un poco de la dieta saludable que estamos haciendo pero valió la pena. Estaba muy rica.

Mi hijo menor pidió pollo a la plancha con papas fritas y ensaladita dulce.

Asumo que estaba muy rico porque se lo comió todo.

Mi segundo hijo pidió unos tallarines con carne, para ser un sitio de comida criolla los tallarines sabían bien, tenían el toque chino que tanto nos gusta a los venezolanos.

Cuando llegamos a la fiesta (y para mi sorpresa) nos encontramos con Yonaiker, un muchacho que trabajó en un colegio donde mi hijo Carlitos estuvo desde maternal hasta prescolar.

La verdad que es uno de los seres que más ha querido a mi hijo.

Así que cuando nos vio llegar a la fiesta dijo por el micrófono: ¡Bienvenido Carlitos!, él es mi hijo y yo me morí de la risa porque los invitados debieron pensar que tuve una aventura romántica con él y de eso nació Carlitos.

Pero esa teoría seguramente se aclaró cuando vio que todos lo abrazamos, mi esposo también le dio un abrazo porque las personas que aman a nuestros hijos tienen un lugar especial en nuestros corazones por siempre.

Tanto mi hijo como yo pintamos nuestras caras, es algo que nos gusta hacer para sentirnos con un ambiente más fiestero.

A él le pintaron como una especie de cejas de Hulk y a mi me pintaron el nombre del cumpleañero con el número 1.

El ambiente estaba muy lindo, había mesas decoradas, unos centros de mesa de vidrio con líquido de colores, había un brinca brinca, un castillo inflable y muchos juegos que los promocionaba nuestro amigo Yonaiker.

Nos divertimos mucho

Y ya para finalizar, les cuento que se fue la luz, esto se está volviendo común en mi país, según dicen es un efecto de las olas de calor que calienten el sistema eléctrico, así que nos tocó cantar el cumpleaños con las linternas de los teléfonos celulares.

También se tiró la piñata desde la oscuridad, pero a pesar de todo nos distrajimos y divertimos bastante.

@nahela, @marpa, las invito, cuenten de su día de mujer resumido en un diario

Y colorín colorado, este día ha terminado.

Nota: Todas las fotos son mías, fueron tomadas con mi teléfono móvil, marca Redmi Note 12S.