Qué bonito ser el puerquito feliz, siempre alegre y entusiasta. Cuando nos gusta algo lo hacemos con alegría, e igual cuando vamos a experimentar algo nuevo que nos crea gran expectativa. Sin embargo, las personas alrededor se pueden sentir intimidadas o sorprendidas por el exceso de entusiasmo, como el cerdito que parece asustado.

Éxitos en esta creativa actividad. Un abrazo