Una noche en el Ingenio

Esa noche me hice el sordo ante los consejos de mi amigo y compañero de trabajo de turno, que con gran sentido de responsabilidad, me sugirió no tomar carretera con ese carro, con esa falla, que podría ser en extremo peligrosa, por la hora, por la ruta a recorrer, de curvas, laderas, baja visibilidad en tiempo de invierno entre meses de mayo y junio, en esos días el comienzo lluvioso había sido en extremo copioso...Y aquel dia fue muy lluvioso..

Ese turno había estado bien movido, hubo fallas pues la materia prima al mojarse por la misma lluvia del día, producía mucho oxido y trancamiento casi instantáneo en los componentes móviles de las máquinas por la alta temperatura generada por el roce al desgastar el alambre para llevarlo a las diámetros de fabricación de cabillas requeridos, así, se hizo tarde para hacer una buena revisión del carro y me dije que poco a poco y con mucha calma llegaría a casa sin problemas, ya que conocía la vía transitada por varios años...Al finalizar dicho turno hice ajuste de la tuerca derecha trasera de mi carro, un Ford sierra 280, que me había acompañado por los últimos 10 años...

Antes de salir como siempre me encomendé a Dios para que por favor me acompañara, y mi compañero de turno se acercó, me deseo buen camino y me dijo de nuevo que dejara allí el carro en la empresa y tomará el transporte que teníamos, que me llevaba hasta la puerta de casa prácticamente, pero mi terquedad hablo por mi...

Salí a la carretera para atravesar Cagua y así pase, la parada 5 de julio, la escuela técnica y de a poco llegue hasta la entrada la redoma, ya para salir a la Encrucijada, y en el sector llamado el rayado tome vía a San Mateo, con las gotas de lluvias gruesas y copiosas, muy pendiente de algún ruido vibración o desajuste que me indicara peligro, mas no sentí nada y así continúe, casi
convencido que no habría problemas, pero casi llegando al Central el Palmar se desato la lluvia con truenos y fuertes vientos casi esperada, mas seguí con seguridad que no habría problemas, pero pendiente, pendiente..

Al llegar a San Mateo no había corriente eléctrica y algunas personas en las paradas que sacaban la mano en señal de pedir cola, vía a la Victoria, continúe carretera ya casi olvidado de la alerta de la rueda trasera, y mas pendiente de la carretera anegada y casi sin visibilidad, y bajando la velocidad como a 20 kilómetros..

A 200 metros de la salida de san mateo aproximadamente, cerca de la ultima licorería y en plena recta, había ramas y algunas piedras que bajaban de las parte mas altas, en forma de creciente, pero ya no había vuelta atrás debía seguir, pues ya eran como las 11 de la noche, y al llegar a la próxima semi curva y bajadita, el carro se freno, sintiendo una caída y un golpe violento en la parte trasera y además se sentía caído hacia la parte de la rueda que fallaba y allí me invadió el gran pánico, a pocos metros del Ingenio Bolívar pero la lluvia seguía y no podía ni abrir la puerta, así que me pedí calma dentro de mi angustia, y al rato, abrí la puerta pues quería evaluar el daño, tome una super linterna de 4 pilas que me traje de la empresa por si acaso, y mi angustia fue mayor al darme de cuenta que la rueda no estaba, y no la veía con lo poco que se alcanzaba a husmear por la copiosa lluvia, me metí al carro empapado más angustiado a cada momento.. Llame por teléfono a un amigo gruero llamado Efraín, que vivía más adelante de Tejerías, casi ni escuchaba, pero dijo que andaba por los Teques y llovía también para allá, así que eso era para largo, escuche decir que me tranquilizara, que de todas maneras contara con su ayuda, pues el no andaba solo a esa hora, y que una vez que terminara, se lanzaba vía a Aragua y a San Mateo, que me rescataría...

Si había algo que hacía sentirme un poquito tranquilo, era que estaba alineado en el canal indicado y había espacio por donde pasaban los pocos vehículos a esa hora, sin ningún problema.. y como a los cuarenta minuto escampo, y salí a ver qué podría hacer, comencé con ayuda de las luces del carro y la linterna a buscar el caucho que se salió completamente, con rin y todo, busque unos metros atrás y unos metros adelante , busque hacia un pequeño barranco donde estaban siembras de cambur y nada que encontré de repente un carro que venia en sentido contrario se paro de frente al caro en el mismo canal que para el, seria sentido contrario y se bajo un personaje que rápidamente me saludo, me dijo que vio cuando me accidente y no' se paro, porque llevaba personas de transporte a La Victoria desde La Encrucijada, que en esos tiempos era muy común

A decir verdad le agradecí a ese personaje, que llame Buen Samaritano, el haberse tomado tiempo para pararse allí, y darme valor y aliento en esa sola carretera, en ese lugar tenebroso y oscuro, y además de intensa lluvia, que es el Ingenio Bolívar, lugar de guerras, explosiones y muertes en tiempos de guerra independentista, el era de Turmero y trabajaba de taxista nocturno,

Dio la vuelta al carro y lo colocó de tal manera que alumbrara para buscar el caucho desaparecido inclusive bajamos de nuevo hacia los camburales y nada de nada, ya que sus luces eran potentes y especiales, pero todo fue en vano, así buscando y hablando, paso el tiempo, esperando a Efraín el gruero, el apago las luces y dejo las intermitentes de seguridad, pues me acompañaría hasta que siguiera camino a mi casa..

De repente escuchamos pasos fuertes que venían de los lados de san mateo, seria la 1:30 am de la madrugada y el frío nos hacía temblar, yo con la linterna de cuatro tacos alumbre hacia el ruido y comenzamos a ver alguien alto, flaco, como estilo monje vestido de blanco a paso lento que venia por toda la linea del medio de la carretera, era muy alto, y el vestido era largo, con capucha, manga larga , el chamo atino a decirme preso del pánico como yo, " vercia un espanto chamoooo "... y solo atine a alumbrar hacia los pies del Caminante, pues de verdad no me atreví a poner la potente luz hacia el rostro de quien se acercaba, pensaba que podría ver una calavera, o que fuese a molestar al personaje, o algo de ultratumba, hasta que impávido y sin siquiera voltear paso frente a nosotros, que estábamos pasmados de frío y de terror, pero yo, armándome de valor con voz estilo llanero, le pregunté, "¿compañerooo pa donde la lleva por ahii ? "....Y al extraño Caminante con un sonido gutural y extraño lo escuchamos decir : " Camino a Cagua desde hace años, y no la encuentro"... Y continuó con su paso casi arrastrado, ruidoso, lento, hacia La Victoria, aunque quería encontrar era el camino a Cagua, hasta que se perdió unos 40 metros, en la curva en todo el frente del trapiche y la entrada al antiguo cuartel y depósito, sitio donde se inmoló Jose Antonio Ricaurte, para salvaguardar las armas y explosivos de la naciente República en guerra de la independencia...

Tanto fue la impresión recibida, que no hallábamos, o no hubo palabras, opiniones, no  encontrábamos de que hablar el buen samaritano y yo, pero balbuceó algo como que tanto tiempo de noche en esa vía no había visto nada igual, aunque si había escuchado algunos cuentos que jamás tomo en serio...

Al tiempo llego el gruero Efraín, y una vez mas buscamos el caucho, y una vez mas fue infructuoso el intento, mientras le contábamos el encuentro con El Caminante, montamos el carro en la grúa, así que el buen samaritano consolándose de mi, prometió que temprano lo buscaría la pieza y si lo encontraba me lo llevaría a casa..

Tomamos vía a la Victoria, muy sentido mentalmente por la experiencia vivida, pero agradecido, con el Buen Samaritano, y por mi amigo Efrain, en aquella noche tenebrosa, el primero, porque sin saber quien era, se detuvo en la oscuridad, detuvo su trabajo, me dio confianza, presto sus luces y se esforzó por solucionar, y me acompañó. El segundo, porque estando en otro estado vino a mi rescate, con lluvias y obstáculos, me llevo a casa, donde me esperaba preocupada mi familia, a quien conté toda la odisea en vivida en San Mateo...

Y en la mañana tempranito, recibí una llamada que me llenó de mucha alegría, era El buen Samaritano, que venía a casa a traer el caucho que estaba cerca de donde se salió, y que por la oscuridad y la lluvia no habíamos encontrado...Le super agradeci aquellos signos de humildad y de buena acción, trate de recompensar económicamente su buen accionar, más él lo rechazó, amablemente...

De ese amigo, no supe mas nunca, a pesar que trate de comunicarme, no respondió..

siempre pasaba de noche por allí después de esa noche, y no sentí miedo , ni temor alguno..

Efrain, el gruero, mi amigo, aun vive en Tejerías, en el sector los Jabillos..Aunque no lo he visto, desde hace un tiempo..

Cambie la tuerca causante de la pérdida de la pieza rescatada y no hubo más fallas por esa causa.. 

Asi pase una noche en la carretera de San Mateo...