No hay palabras de consuelo cuando se trata de la pérdida de un ser amado, sólo cada uno de nosotros, a nuestro tiempo, puede encontrar la paz tras un suceso de ese tipo y deseo de corazón que encuentres la tuya.

Una vez me sentí culpable en una situación, no igual, pero sí con el mismo desenlace y cuando fui a la psicólogo, ella me dijo con voz muy fuerte ¡¿Quién te has creído tú para pensar que puedes tener el control sobre la vida de otro ser humano!? Cada uno de nosotros viene con un plan y no depende de otro cuando llega o cuando se va. Luego, causalmente, un amigo de la infancia, que casi nunca me llama, me contó lo difícil que fue la enfermedad de su papá, que estuvo convaleciente por años y esos incluso causó la enemistad de toda la familia, que ahora ni se hablan. Esos dos eventos, me hicieron ubicarme un poco en contexto y hasta sentirme agradecida.

Un abrazo.