El que no vive para servir no sirve para vivir, famosa frase de el escritor indio Rabindranarh Tagore, en mi opinión muy personal engloba tanto, en una sociedad donde se ha perdido la empatía, la compasión y el ayudar sin interés y sin esperar recompensa. La palabra servir implica ser útil en alguna situación, brindar ayuda y tiempo es un regalo que pocos están dispuesto a dar. En estos días iba por la calle en un carro particular que me llevaba al trabajo el chófer se detuvo a comprar algo en una panadería, había un señor de avanzada edad con un dinero en la mano de nuestra moneda oficial que es el Bolívar (Venezuela), para los que no conocen la situación de nuestra moneda oficial les cuento que casi no tiene valor y la moneda que realmente se manera en su mayoría es el Dólar, aunque todavía se mantiene vigente, bueno este señor tenía varios billetes de poco valor en sus manos y cada persona que pasaba a su lado le preguntaba algo pero simplemente lo ignoraban, yo que tenía un rato observando la situación me causo curiosidad saber que era lo que el señor necesitaba, me baje del auto y me dirigí a preguntarle que necesitaba, el me dijo que sólo quería saber si lo que tenía en sus manos le alcanzaba para comprar una pan grande, nosotros acá le decimos una canilla, porque él no sabía contar, realmente me causo mucha tristeza lo que el señor me dijo, en si lo que tenía no le alcanzaba, yo le expliqué que le faltaba pero que yo le iba a completar. El punto de mi historia no es que ustedes piensen o digan que soy buena no!! Mi punto es porque nos cuesta tanto ayudar al que necesita o prestarle atención, ser útil de alguna manera, estamos tan metidos en lo que necesitamos lo que queremos lo que deseamos y en abarcar todo para nosotros que nos olvidamos que hay otras personas más necesitados o a lo mejor no necesitados pero requieren que le brindamos una ayuda, la recompensa la vas a tener al ver el resultado de tu acción y creeme no solo es monetaria. Estamos viviendo una época muy difícil donde nuestros hijos se crían en medio del egoísmo, la indolencia y la carencia de valores. Si tenemos la oportunidad de brindarle un ayuda a alguien y ofrecerle nuestro servicio si pedir nada a cambio hay que hacerlo de corazón, porque la vida te está colocando en la posición del que ayuda y no en la del que necesita. Entonces comencemos por nosotros mismo, el cambio viene de adentro hacia afuera y si queremos hacer de esta sociedad donde vivimos una mucho mejor comencemos por nosotros mismos, sembremos esa semillita y verán que al final los buenos somos más y la cosecha será cada vez mejor. Así que mis amigos hoy aporto mi semilla para el cambio, espero que mi historia y mi opinión muy personal les sirva en algún momento de sus vidas, y algunos se sientan identificados con mi historia. Nuestros hijos nos lo agradecerán, porque estoy segura totalmente que los que tenemos hijos no queremos dejarles en este mundo actual a nuestros tesoros más preciado, al contrario queremos que ellos vivan en una sociedad donde ser bueno y con valores no importa y el que triunfa es quien actúa de mala fe. Veamos florecer nuestra semilla del bien y todos viviremos de una mejor manera.