Estábamos celebrando el año nuevo con mucha alegría en nuestros corazones ya que el mes de diciembre fue muy duro para nosotros. Nuestro hijo menor había estado internado al borde de la muerte por secuelas del Covid 19 y recién el 23 nos lo dieron de alta. Era verano y justamente coincidía con uno de los días más calurosos del año, de modo que nos dispusimos a celebrarlo en familia.

Conseguimos una casa de unos amigos, nos llevamos unos snacks y a divertirnos. Una de las cosas que nuestros hijos disfrutan más, es bañarse en piscinas, mi esposo empezó temprano a enseñar a nadar a Isaí y así fue transcurriendo la tarde. Entre chistes, pasapalos, acciones de gracias y debajo de los árboles que nos brindaban su sombra; apenas nos percatamos que Isaí, había comenzado a nadar solo y sin flotadores. Él estaba súper emocionado, gritaba y nos llamaba para que lo viéramos nadar como todo un delfín. Así que, decidimos grabarle videos y tomarle fotos.

Estas imágenes, son las que les traigo a continuación y que para nosotros representan un recuerdo muy emotivo, lindo y lleno de alegría.

Aún me parece oír los gritos y la algarabía de los niños con sus primos, los adultos jugando ajedrez debajo de los robles y como nota curiosa, había un pequeño perrito de raza caniche, que nos traía insistentemente una pelota para que se la lanzáramos y con eso nos distrajimos toda la tarde.