"Mi experiencia como artista" | Al borde de la muerte, sigo sobreviviendo

En esta oportunidad quiero participar en este maravilloso concurso dónde puedes expresar el arte con la escritura, con una experiencia propia participo, una experiencia que viví hace muchos años y que me motivó a comenzar a escribir, me envolvió el hecho de poder describir cada detalle para ustedes. Le agradezco primero a @blancat por la oportunidad de poder brillar.

6 de Septiembre 1987.

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La lluvia intensa cayó. La gran montaña cayó, todas esas personas que en solo un momento estaban vivas murieron. En ese momento nadie lloro pues todos sabíamos que los siguientes podríamos ser nosotros, antes de anochecer caminamos hacía los carros chocados, miramos personas atrapadas entre carro y carro pidiendo ayuda, con dificultad caminamos entre los carro y el pantano, el barro llegaba hasta más de la mitad de nuestros cuerpos, con una gruesa rama tratamos de separar los carros para poder sacar a las personas.

Tratamos con todas nuestras fuerzas pero solo logramos sacar ha un pequeño niño quién una vez libre no decía nada, su mirada estaba perdida no hablaba, no lloraba, tan solo miraba el suelo sin levantar la mirada mientras se dejaba llevar entre los brazos de la gente que lo cargaba. Que paso con el niño? Ha donde lo llevaron? Que fue de el? Por Dios!!! Solo lo mire desaparecer entre esos brazos y años despues me preguntó, ¿Qué pasó con ese niño? Nunca lo sabre.

Pues bien. Comencé ha escuchar mi nombre, varias veces miré hacía atrás para saber quién me llamaba, eran mis amigos y les dije: Ya voy, estaban tan nerviosos que lloraban y me fui con ellos. Bueno en realidad tenía que atravesar todos esos carros. Y otras personas se quedaron ayudando a los que aún estaban apretados entre los carros. Habían bastante gente esforzándose en gran manera. Al bajar, mire muchos carros abiertos dentro había ropa, algunas joyas, compotas y otros alimentos los cuales me vi tentado a agarrar. Pero no pude, nunca me gusto agarrar cosas ajenas, sin embargo, luego me arrepentiría pues más tarde, llegaríamos a un autobús dónde habían muchos niños con hambre y llorando, muchos sin ropa o con frío.

Al encontrarnos con mis amigos nos agrupamos, luego decidimos caminar hacia abajo. Caminamos, caminamos, caminamos hasta que de pronto el cerro comenzó ha caer justo en frente de nosotros.

Trataré de explicarles.

Caminábamos por la carretera llena de barro, a nuestra derecha la montaña, ha nuestra izquierda el barranco de la montaña, al frente la carretera llena de barro junto con ramas igual la carretera que dejábamos atrás. Pues bien cuando pensábamos que lo peor ya había pasado la montaña en frente de nosotros como un río se empezó ha caer. Nos sorprendió a todos, caminamos hacía atrás, justo en ese momento como un río la montaña se caía atrás también, luego caminábamos para adelante huyendo del barro de piedra y ramas que caían, solo para darnos cuenta que adelante nos esperaba lo mismo, entonces caminabamos hacia atrás solo para darnos cuenta que atrás nos esperaba lo mismo. Luego hacía adelante luego hacía atrás. Parecía que la montaña jugaba con nosotros como juega un gato con un misero ratón, pues cuando llegábamos adelante alli caía barro piedras y ramas cuando caminabamos para atrás nos sucedía lo mismo, alli todos gritabamos los hombres gritaban, las mujeres gritaban, los niños y niñas gritaban y lloraban caminabamos de un trayecto ha otro como quince metros, entre llantos y gritos. Miré a la montaña y lo que mire me lleno de miedo de terror pues pude ver como un especie de rio en forma de Y griega al revés bajaba trallendo barro y piedras consigo.

Arriba bajaba un rio de barro al llegar a una pequeña loma se dividía en dos una a mi derecha y otra a mi izquierda y nosotros atrapados en el medio si poder huir. Mi temor se hizo realidad pues en el centro se empezó a caer también, todos gritamos y empezamos a rezar. Ahora caía barro a mi izquierda, a mi derecha y en el centro donde estábamos nosotros llegando pequeñas piedras y ramas junto con barro ha nuestros pies. Pensé, listo es nuestro fin.

Entonces cayó barro como dos veces más y se detuvo. Con mucho terror pudimos salir corriendo de ese sitio, comenzaba a caer la noche todos mojado y con frío. Alguien gritó ¡mirén, un autobús! estaba vacío y aquel hermoso autobus nos cobijo aquella noche. Y alli fue cuando escuchamos los gritos de los que quedaron atrapados aquel día que nunca olvidaré...

Sus gritos retumban en mi mente como retumbaron en aquel entonces. Una vez en el autobus nuestra ansiedad, impaciencia, junto ha nuestra imperfección humana nos jugaba en contra.

Fuente

Foto referencial de aquella tragedia.

Para finalizar me gustaría invitar a mis amigos, @luismiguel23 @michellee y @nutibeita a participar y compartir con nosotros su experiencia como artista en este concurso. Gracias!