Concurso de Historias Creativas: "¡De un Dibujo, una Historia!" / Creative Stories Contest: "From a Drawing, a Story! ¿Quién soy? No lo sé. ATADURAS.

jenniferalessio (61)in 🌟 Sᴛᴀʀꜱ ᴏғ Sᴛᴇᴇᴍ 🌟 • 3 years ago (edited)

Quisiera poder decirles de donde vengo. Pero la verdad es que no lo sé, quisiera poder decirles mi nombre o mi edad pero no lo sé.

Quisiera poder decirles que he perdido la memoria pero la verdad es que no lo sé, quizás simplemente existí de la nada, repentinamente, con esta apariencia, esta vestimenta.

A plena vista parezco una chiquilla de 12 años, tengo el cabello corto
negro y tengo puesto un vestido corto muy lindo, traigo medias que llegan solo hasta mis muslos.

Tengo una apariencia muy infantil pero podría ser una mujer. ¿Lo sé? No. Definitivamente no lo sé. ¿Cuál es mi propósito? ¿Será que realmente tengo alguno en esta vida? ¿Cómo alguien que no sabe ni su propio nombre podría tenerlo?

— Hola niña, ¿estás bien? No deberías estar a estas horas sola, en un lugar como este, no deberías estar tan cerca de donde pasa el tren, podrías caerte – Esta mujer de apariencia elegante parecía muy preocupada por mí.

— Tiene usted razón pero la verdad no tengo a donde ir, este es el único lugar que conozco.

— ¿Estás esperando a tus padres?

— Señora, yo no tengo padres. No tengo abuelos, no tengo tíos, ni primos, mucho menos algún hermano, estoy completamente sola, existiendo repentinamente en un mundo que ni yo entiendo.

— Quisiera hacerte muchas preguntas pero no quiero que te sientas mal. Si quieres puedes venir conmigo a mi hogar, quizás hayas perdido la memoria y realmente te estén buscando, no lo sé, de igual modo si estás perdida pondrán una denuncia, estás en buenas manos – Me respondió esta mujer con sus manos puestas en mis hombros y con una mirada maternal.

Llegué a esta casa ya hace unos meses, pude conocer a los hijos de "mi mamá" que ahora son como mis hermanos, tengo hasta una mascota, se llama Ladie, es una rana. Nadie pudo encontrar ningún tipo de información sobre mí y yo solo recuerdo haber aparecido de repente en la estación del tren. Así que me adoptaron, sí esa señora que apareció milagrosamente en mi vida.

Pude conocer muchos lugares, distintos tipos de personas pero aún no tengo amigos ¿cómo podría? No sé nada sobre amistades.

Pero cuando pensé que este mundo era hermoso, ocurrió algo... Mi madre había ido a comprarme un helado. Mis hermanos estaban distraídos con los animales del circo. Todo estaba oscuro. Solo habían luces de colores y un hombre se me acercó. Preguntó mi nombre ¡Athenea! Fue mi respuesta, me dijo:

"Tu madre te está esperando Athenea"

Yo lo seguí, a un callejón sin salida, no vi a mi madre y sin darme cuenta todo estaba oscuro. Al abrir mis ojos, sentía que no podía respirar, hacía mucho calor y supe que estaba en un carro en movimiento, estaba en la maleta. No sabía que hacer, así que no hice nada, solo volví a cerrar mis ojos, con la esperanza de dormirme y al despertar aparecer en otro lugar. Me dolía la cabeza, solo bastó un segundo para darme cuenta que tenía rota la cabeza.

Ese hombre me sacó del maletero y me metió a una casa abandonada, estaba aterrada. Traté de huir pero tenía más fuerza que yo, me ható las manos y las piernas y me desprendió de toda mi ropa. Me sentía furiosa. No podía hacer nada, cuando toco mi rostro y luego mi cuerpo. Pensé en una sola cosa "moriré en este lugar" pero luego una voz en mi interior me dijo:

— No llores más. Mátalo. No merece vivir, si lo dejas vivir le hará esto a cada niña que encuentre.

— Estoy atada, no puedo hacer nada.

— ¿Atada? Estas ataduras no son nada, peores ataduras existen en el mundo. Drogas, Alcohol, traumas, recuerdos... Lo que tienes en tus manos y pies no son nada. Tu existencia misma lo desafía todo, existes para acabar con este depravado, eres un ángel y has venido al mundo a castigarlo. Recuerda, recuerda de donde vienes.

Recordé todo, quién soy, a qué vine. Él hombre estaba listo para abusar de mí y sin ningún tipo de problema rompí mis ataduras. Un vestido blanco me cubrió por completo y mis alas eran gigantes, no solo mis alas, yo también lo era. Este hombre estaba boquiabierto y asustado.

— No te arrepientes de tus perversiones y al contrario, estás dispuesto a ir al infierno por ellas. Así será, con esta espada haré justicia por todos los niños que has violado, asesinado y por los que pensaste seguir matando. Pagarás por tus pecados.

Y así fue, maté a este hombre. Mi cuerpo ya no existía, era espíritu, volé a casa de mi madre, me le aparecí y le expliqué todo. Ella se echó a llorar desconsoladamente, me iba a extrañar mucho pero yo la consolé diciendo que siempre estaría con ella, hasta el fin del mundo y hasta el fin del apocalipsis, en la nueva tierra.

Tus ataduras no son carnales, son espirituales, el único que puede librarte de ellas. Es Dios.