Hace mucho tiempo en el año 1499, en una pequeña tribu existía una muchacha llamada Estela, ella tenía un don de sanar y curar enfermedades, pero esa muchacha era muda, lo que no era un obstáculo ni excusa para ayudar a otros. En la tribu de al lado, el hijo de el cacique estaba muy enfermo de un oído y no le encontraban cura pero resulta que las dos tribus siempre se mantenían en guerra y preferían mantenerse alejados.

Pero un buen día el pequeño niño fue a la tribu donde vivía aquella muchacha y se puso a jugar, la muchacha al escuchar el sonido de los pasos del niño se le acerca y le toma las manos, mirándolo fijamente a los ojos, para luego darle un abrazo. Después, Estela le enseña un bello pozo al niño donde ella pasaba su mayor tiempo, viendo el gran paisaje de ese pequeño lugar.

La muchacha que vivía en la otra tribu vio lo sucedido al sorprenderse de tal cosa fue corriendo al cacique y le contó lo sucedido. Corriendo el cacique agarró a su hijo de la mano y le reclama a la muchacha tal cosa y le exigio no volver a acercarce a su hijo, al ver que la muchacha no respondía se fue, La muchacha asustada corrió a su choza y se quedo dormida en un árbol y tuvo un sueño , en el sueño una pequeña hoja le habla y le dice que el pequeño niño que conoció estaba muy enfermo del oído y ella podía curarlo pero para curarlo debía usar una gota de agua de aquel pozo.

Cuando la muchacha despierta al siguiente día volvió al pequeño pozo y pensativa en un pequeño gotero de vidrio recoge una gota de agua, al regresar a su casa llega la misma muchacha de aquella vez de la otra tribu y desesperada pide que por favor la muchacha Estela la acompañara a su tribu, y Estela asustada la acompaña junto con su abuela, al llegar a aquella tribu el cacique con pena le pide a aquella muchacha Estela que por favor ayudara al pequeño niño con su oído que tenía mucho dolor, al ver la muchacha todo lo que estaba sucediendo se recordó del sueño, entonces ella se acerca al pequeño niño y lo ve a los ojos luego agarra el potecito de vidrio con la gota y le echa la gota en el oído.

Al siguiente día el cacique llama a la muchacha agradecido de su buena acción les dice que el niño se sano después de todo lo sucedido el cacique le pide disculpas a la muchacha por el maltrato de él hacia ella. Luego le pide disculpas a la otra tribu por haberles hecho muchas cosas malas durante años y esa noche se hizo una gran fiesta agradeciendo por tantas cosa buenas.