Me uno al desafío de participación en la octava temporada ya en su primera semana; en el cual la comunidad nos invitan a compartir nuestra experiencia en pandemia.
Como ya todos sabemos, el virus COVID-19, originario de China, nos cambió la vida a todos y no respetó etnia, clase social, cultural, educación, edad y salud de los habitantes del planeta. Todos fuimos invadidos por la inminente pandemia que se originó en el año 2019 y nos consumió en el 2020 hasta hoy que seguimos luchando con los terrores del ayer.

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Cuál considera que es la principal lección que aprendió de la pandemia?

Resiliencia; el hecho de poder adaptarnos al cambio que nos obligaba a una Nueva Normalidad; el cuidarnos más de lo habitual, el estar conscientes del peligro que nos acechaba y que no era juego todo lo que estaba pasando en el mundo; pues vivimos en carne propia lo que estaba ocurriendo.
Aprendí además a tener conmiseración por el dolor ajeno, a saber lo que es la empatía en la práctica, a compartir lo poco que tenía y a agradecer por estar viva un día más.

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¿Tuviste alguna pérdida de familiares o amigos a causa de la pandemia? ¿Puede decirnos al respecto?

Y la verdad es que muchos amigos, hermanos en la fe, vecinos, entre otros de mi círculo íntimo, estuvieron gravemente afectados hasta la muerte producto del COVID-19; fue devastador saber que más nunca nos veríamos en el plano terrenal pues el virus se los llevó y ni esperanza de ir a los sepelios correspondientes.
Tener que saber que cuando eran ingresados a una sala de hospital y eran entubados, ya era el fin de sus vidas y que entregaran los cuerpos en cajitas con sus cenizas, eso se convirtió en la nueva normalidad de velar a nuestros seres queridos.

Todos en mi familia incluso yo fuimos severamente golpeados por la pandemia y por la misericordia de Dios no fuimos consumidos por ella; pero recuerdo a mi vecino, un señor de 85 años muy educado y sonriente; todos los días salía a lavar la vereda de su casa y la mía en el centro de Buenos Aires.
Un día comenzó con tos y fiebre, a los tres días después fue llevado al sanatorio en ambulancia; era un día de invierno de esos terribles en donde el termómetro climático marcaba menos de 0°C.
Esa noche mi esposo lo acompañó escoltando a la ambulancia junto a su anciana y devastada esposa; a la semana mi esposo fue al sanatorio con su esposa para recibir la caja de cenizas del cuerpo cremado de su amado esposo.

Nada es más terrible que eso, créanme que apenas lo recuerdo y lloro; el 2020 fue un año sin remedio, sin paz, sin tregua para la vida de los más vulnerables.

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¿Cuál fue el momento más difícil durante la pandemia?

La verdad es que todo para mi fue muy complicado; les explico por que.
En Marzo de 2020 llegamos a Argentina como inmigrantes, apenas nos estábamos tratando de asentar en un nuevo país para nosotros que somos una familia con 3 niños pequeños y aparece el confinamiento por la pandemia.

Fue terrible en todos los aspectos porque no nos dio tiempo de conocer nada, de conseguir trabajo, de establecernos como esperábamos que fuese; todo salió mal desde el punto de vista de nuestros planes humanos.

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Sin embargo lo más difícil fue tener que batallar con el virus sin un centavo en el bolsillo. A finales de 2020, en Noviembre se nos rompió el automóvil en un accidente, no teníamos trabajo y toda mi familia enfermó gravemente con el COVID-19; ese mes y el siguiente fueron los más terribles, fue devastador y a la vez también fue el mes en el que me acerqué a Dios para pedirle sanidad para todos nosotros (hermanos, padres, hijos, sobrinos y yo).

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Todos estábamos muy mal, con neumonía bilateral producto del COVID-19, sin un centavo en los bolsillos, sin seguro médico y con la única esperanza de una sanidad divina.

Dios obró milagrosamente en nuestra familia, yo soy testigo del poder de Dios y de como a todos nos sacó del hueco profundo en el que nos encontrábamos producto de la pandemia.

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Después de todo ese proceso, ¿valoras más tu salud?

Cada día recuerdo esos episodios que marcaron nuestra vida, es difícil deslastrase de esto, porque nuestro sistema respiratorio quedó sufriendo, el de mis hermanos, mis padres y yo ya nada es igual; pero si, obviamente ahora valoramos más que nunca la salud; sabemos que una fiebre y un malestar ya merece una consulta médica y estamos siempre intentar de ser prudentes con la salud para que si llegase a ocurrir de vuelta algo similar, ya sepamos a qué atenernos.

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Actualmente todos tenemos las vacunas correspondientes; mis padres inclusive tienen 4 dosis cada uno y nosotros los más jóvenes tenemos 3 dosis; así que si nos da el virus de nuevo en sus distintas variantes, el efecto no debería ser letal.

¿La pandemia impactó sus finanzas de manera positiva o negativa? ¿Cómo te las arreglaste?

Y la pandemia consumió todo de nosotros, teníamos ahorros en dólares y todo lo consumimos en el Horribilis 2020, no conseguíamos trabajo, yo me puse a hacer y vender tortas en los sitios públicos sin mucho éxito, eso solo me sirvió para contraer el virus; supe lo que era no tener comida en la alacena, dinero para la renta y servicios, todo en país extranjero.

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Supimos tocar fondo y luego providencialmente resurgir de la miseria, pues Dios no deja a un justo desamparado ni a su descendencia que mendigue pan; nosotros somos la muestra de que las pruebas nos fortalecen y nos enseñan a levantarnos aún de lo que parece imposible.

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Quiero agradecer a la comunidad por el valioso trabajo que vienen haciendo y aprovecho la oportunidad para invitar a participar a @vasc0, @ronaldp y @pandora2010 en el "Steemit Engagement Challenge Season8 Week1: Mi aprendizaje durante la pandemia"