En un día especial primero la llevaría a comer pizza o un almuerzo especial a un lugar único, después de allí, la llevaría de compras donde ella decida lo que desee, entre ropa, zapatos, celular, cama, televisor, aire acondicionado en fin lo que ella se decida, comeríamos helados, y un postrecito y finalmente le diría que para mi fue e mejor día del mundo porque además que compartí un buen rato agradable con ella pude cumplir un deseo soñado.

Creo que quedaría corta para todo lo que se merece una mujer luchadora como mi madre, le pido a Dios que le de larga vida y salud.

¡Dios bendiga a todas esa mujeres guerreras que hoy llamamos mamá!