De verdad que es difícil decidir cuál sería el mejor momento de mi vida, he tenido muy lindos momentos, experiencias y oportunidades que si bien es cierto han tenido impacto en mi vida, haciéndome el hombre que hoy soy. Por motivos del concurso bueno, pienso elegir uno de los más recientes, el cual fue MI CUMPLEAÑOS, si, así como lo leen, mi cumpleaños, quizás sea muy “cliché” o muy básico, pero para mí fue algo muy importante. El mundo está pasando por uno de los momentos más difíciles en la historia, una pandemia que ya lleva más de un año, una pandemia que nos separó de nuestra familia, de nuestros amigos y conocidos, y que nos obligó prácticamente a apártanos de muestra “vida cotidiana”, donde en este caso en particular un cumpleaños era algo muy normal.

Este año 2021 en febrero 14 (día del amor y la amistad) tuve la maravillosa oportunidad de celebrar mi cumpleaños número 25, como les mencione fue algo que me marco muchísimo, no solo por el hecho de celebrar otro año de vida, sino que tuve la oportunidad de volver a ver a muchos de mis familiares y a amigos, básicamente fue algo sorpresa, ya que no me lo esperaba, mi familia estaba pasando por una preocupante situación económica y bueno debido a eso realmente no esperaba mucho, yo soy una persona muy sencilla, y aprecio mucho los pequeños detalles que puedan llegar a tener conmigo.

Me sorprendieron con una muy linda reunión, llena de música, comida, alcohol y sobre todo mucho amor, en un momento de la fiesta me senté en una silla un poco apartado de la gente y me puse a pensar en un sinfín de cosas, entre ellas me daba cuenta de lo afortunado que era, que Dios nunca nos abandona, y que la vida siempre estará llena de este tipo de momentos. Pensé “Wao hoy vuelve a ser el día de mi cumpleaños. Recuerdo un tiempo en que lo esperaba con ilusión, iba haciéndome mayor, cosa que todo niño desea con toda la ilusión del mundo. Hacerte mayor para por fin ser libre, liberarte de las “ataduras” de los padres que no te dejaban hacer esto o aquello, iba a comerme el mundo, a hacer lo que quisiera, ibas a hacer cosas realmente importantes”. Todo este se vio un poco afectado por la situación COVID-19.

Ese día vi las dos velas que iluminan en la oscuridad mi torta de cumpleaños y sé qué es lo que se espera de mí. Así que muestro mi mejor sonrisa, resaltando un día tan importante para mí. Y pidiendo un deseo, como marca la tradición, soplo las velas y me sonrojo mientras mi familia me canta el cumpleaños feliz. Y me emociona la ilusión que le ponen, pero algo en mi interior me decía algo extraño, me inunda de melancolía. No quiero hacerme mayor, todavía no, no quiero que mi vida continúe de esta forma, quiero graduarme, quiero poder abrazar a mis amigos, quiero que deje de morir gente, quiero salir con mis amigos y familiares sin tapabocas, quiero volver a bailar en una discoteca, y como esos muchos pensamientos más.

Luego de un rato me calme, termine de disfrutar de mi día, y al final de la noche tuve la más larga conversación conmigo mismo, donde en resumen, entendí que esto que esta pasando TIENE UN PORQUE, que Dios tiene un plan para nosotros, él nunca nos abandona y si es necesario que esto ocurra pues que así sea.

De ahí en adelante soy una persona mucho más cociente, más madura y muy tranquila, aprendí a apreciar aún más las pequeñas cosas de la vida y a saber que los más importante SIEMPRE será la salud propia y la de tu familia. No pierdan la fe, estoy seguro que saldremos de esta.