Hola amigos de @steemit @steemvenezuela, Feliz lunes y feliz inicio de semana! En esta oportunidad, me gustaría participar en el Lunes de escritura con un escrito sobre mi percepción personal/anecdota de lo que es pasar por una relación tóxica, tormentosa y violenta. Lo cual se que muchos quizás hemos pasado por una situación similar. Espero que sea de su agrado para cada uno de los miembros de esta hermosa comunidad así como lo fue para mi. Cabe destacar que es la primera vez que escribo algo así. Esta anécdota es de mi autoría la cual tiene como título:

Hoy, por fin. ¡Me despido de ti!

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Si, sé que las despedidas suelen ser muy dolorosas.

Dejar de sentir amor, cariño o ese sentimiento de afectividad, no es nada fácil, y mucho menos con una persona con la que compartiste gran parte de tu adolescencia, evolución, de experimentar cosas nuevas, de descubrir tantas cosas que ni creías que existían, con la que aprendiste ese querer diferente, esa sensación de cosquilleo en el estómago como si tuvieras un campo de mariposas dentro.

Sé que ya ha pasado muchísimo tiempo, desde que todo termino. Pero, creo que nunca me di la oportunidad de desahogarme y decirte todo lo que sentía.

Escribo esto, porque siento que ya es el momento de cerrar este ciclo de mi vida y desechar todo lo que viví contigo:

Quiero agradecerte todos los buenos momentos que pasé a tu lado.

Me ayudaste bastante y fuiste un gran apoyo para mí. Te debo a ti, el estar donde estoy. Porque gracias a ti, y a todo lo que pasamos juntos. Pude madurar, crecer y ver la vida con una perspectiva diferente.

Era un inexperto en todo esto de las relaciones, del amor y de todo lo que conllevo todo ese proceso junto a ti.

Solo quería estar contigo, tenerte junto a mí y darte todo mi amor, pero a ti no te importaba.

Me cohibía de salir, perdí amistades, rompí lazos familiares, renuncie a mi orgullo y a mi ego, llore tanto que la verdad, olvide como llorar; Solo para hacerte sentir bien a ti. Me olvidé. Y me olvidé porque estuve detrás de ti, sufriendo por ti, rogándote algo que de tanto buscarlo, me perdí a mi mismo.

Porque tu tan a veces y yo tan siempre, solo sentir, pero nunca demostrar. Solo fueron falsas esperanzas, mentiras, tristezas, traición, rechazo, desinterés, ilusiones en un mundo donde la ilusión no alcanza.

Y la verdad, me hubiera encantado que hubieras sentido todo eso tan ficticio que decías sentir. Porque creí que te conocía y que conocía tu vacío corazón, que no harías nada para lastimarme. Pero la realidad es que elegí a alguien para que me rompiera el corazón.

Porque si todo ese amor murió, fue porque lo mataste tú.

Se que no soy perfecto, nadie lo es. Pero no digas que fui mi culpa, no seas cobarde.

Si, llore en silencio.

Nunca dije nada, pero ya aprendí a olvidarte. Aprendí que el amor nunca se comparte, me olvide que te extrañe y que te ame.

Y de la nada apareces, después de tanto tiempo. Haciendo como si nada ha pasado. Queriendo devolver el pasado que sane, para que me vuelva a dolor, con la excusa de que quieres saber de mí. ¡Lo siento mucho por ti! Ahora que me piensas, me llamas, me escribes, que quieres estar conmigo, eso ya no me importa. Juro que eso ya no es mi problema.

Ya no deseo besarte, ni compartir tiempo contigo. Pude superarte, pude convencerme de que sin ti estoy mejor, de que ya no volverás a mi vida a causarme estrés, depresión, ansiedad e inseguridad.

Nunca más permito que me cambien, yo merezco lo mejor, lo sé. Y es así, una parte de mí no volvió a ser la misma, pero me tocó ganar confianza y seguir adelante. Ya te veo con otros ojos, como una persona normal, como un completo desconocido, como alguien más que habita en el mundo.

No tengo ningún rencor, solo necesitaba liberarme y depurar todo esto de mí. Y te doy la gracias, Si. Agradecerte, porque ahora sé lo que no es el amor, Por romperme el corazón y regalarme una de las lecciones más grandes de mi vida, las ganas de amar de la forma más bonita y sincera posible.

Gracias porque aprendí que no puedo hacer que otra persona me valore, pero que tampoco valgo menos si no lo hacen y sobre todo, que puedo irme cuando eso pase.

Gracias porque aprendí que no todas las personas son sinceras, que algunas incluso mienten cuando dicen “te amo”.

Gracias porque aprendí que el amor no es egoísta, que si alguien me quiere no se siente celoso de mis triunfos y mucho menos trata de opacarlos por sentirse inseguro de los suyos.

Al final te agradezco, porque aprendí que habemos dos tipos de personas, las que como tú, no saben amar, y las que como yo, no sabemos no hacerlo.

No puedo desearte que te vaya bien o mal, sólo como lo merezcas. Para mí vienen cosas buenas porque aquí no fui yo quien perdió.

En la vida, tarde o temprano todo pasa, y este mal trago que viví contigo, ya pasó.