Saludos amigos stemians de #recreativesteem.

Me levanté como siempre, a la hora que decide mi hijo el Rey David. Ese día a las 7 y 30. a.m.
Lo primero que hice fue ir al baño, por el aseo.
Hecho esto, le puse comida a los animales.
Y de inmediato, le di agua a mi hijo y tomé agua con limón yo.

Le preparé su desayuno, arepas sancochadas, plátano, y huevo.
Comimos, todo fino, y al baño, de nuevo.
Listo lo del desayuno, me dispuse a limpiar y a lavar.

Mientras la ropa se va lavando.
Monte el almuerzo. Porque el tiempo, pasa muy rápido.
Luego del almuerzo, mi hijo a veces se acuesta y duerme un poco. Yo lo dejo tranquilo, que haga como quiera. Y más si tengo que salir con él.
Y también pendiente de que a las nubes no les de la lloradera.

Hoy es un día que espero poder ir con mi hijo a un establecimiento, con biopago, para actualizar el teléfono con su huella.
Me preocupa, además la lluvia, porque en el camino no hay un sitio donde esperar que escampe. Y a él no le gusta esperar nada. No se está quieto, hay que caminar y caminar sin detenerse jamás.

Y él siempre atina a meter los pies en los charcos.
El establecimiento, que nos queda más cercano, esta enfrente de una interseccion, que tuvo un semáforo, qué funcionaba, hace años ya no. Y atravesar la calle con mi hijo, me preocupaba. No obstante, la atravesamos fácil.

En el establecimiento, no esperamos nada, no había clientes, puso la huella, se activó el teléfono, pague 2 kgs de harina y 2 kgs de arroz, y nos vinimos a la casa, en total paz, como nos fuimos. Yo le pedí a Jesús Cristo, que nos acompañara y nos acompañó.

Salir con mi hijo a la calle sin carro, no es sencillo. Tenemos que ir de la mano, con Dios. Mi hijo se portó excelente y el objetivo se logró.

Sucede que por la discapacidad por su autismo, recibo una ayuda y ésta estaba bloqueada, a la espera de que le abriera una cuenta en el Banco de Venezuela.

A este Banco, si bien puedo ir caminando yo sola, ir con mi hijo es muy lejos. El está joven y fuerte, y no entiende nada. Yo antes lo llevaba en el carro, me estacionaba en el puesto azul, y El Rey David, llegaba al objetivo sin ningún problema.

Ahora, yo con mi juventud acumulada, y jalando a este joven por las calles, donde a él le molesta la gente, el sol y todo. No está fácil.

Hace años, cuando intenté hacer lo del trámite de la cuenta bancaria para él, era imposible, ahora todo cambio y si se puede. El asunto es el traslado, los taxis están muy costosos.

Querido diario, tu sabes, toda la angustia y todo lo que conlleva salir con mi muchachito, yo le hablo a su cabeza y algo saco de ahí.

Más fue el miedo mio que la realidad.