¿De quién es la culpa?"
Escrito original de @theatrorve
Viernes 31 05 2024
#recreativesteem
¡Saludos!... Un cordial saludos a todos los miembros de la comunidad #recreativesteem y al resto de la gran familia #Steemit.
Acá estoy para participar en el concurso ¿DE QUIÉN ES LA CULPA?, que se organiza en esta comunidad.
Podría decirse que es el acto más natural dentro de lo innatural de las acciones cotidianas humanas. Para algunos es un acto de autodefensa que es inculcado desde la infancia.
¿Por qué? Muchas veces es impulsado por el miedo a las reacciones de una mala acción que realizamos. Por lo general se recurre a culpar a los demás a sabiendas que de recibiremos una reprimenda por parte de los padres.
A ver… Tienes 5 años y por lo general crees que ya sabes todo sobre la vida. Vas a la cocina para preparar un poco de leche para el cereal que quieres comer. Necesitas la licuadora ya que la leche es en polvo. La tomas y zas… directo al piso. El vaso de vidrio de la licuadora se divide en múltiples pedazos e inmediatamente se escucha el grito desgarrador de mama: – ¿Toño, que carrizo hiciste? –
Automáticamente gritas: – ¡Yo no fui! ¡Fue el gato! –. Los múltiples escenarios que podrían suceder después de este momento son infinitos. Sin embargo, dándole prioridad al tema de esta iniciativa, digamos que nos parece lógico echarle la culpa, en este caso, al gato.
Existen situaciones donde este tipo de acción no libra de un mal mayor. Es por ello que a medida que vamos creciendo, la práctica de este acto se va perfeccionando y haciendo más habitual.
Sinceramente, muchas. Sobre todo, en las etapas como la infantil y juvenil. A parte del ejemplo anterior, que fue real en un par de oportunidades, hice uso de culpar a los demás. La vez que casi quemo por completo el apartamento, la vez que me corté el brazo con el vidrio de la ventana que rompí y así muchas más. Fui algo tremendo.
En la etapa de juventud el culpar a los demás por mis acciones se dirigió mas en el apartado de los estudios. El profesor me raspo porque le caigo mal, yo no quería cerveza, pero mis amigos me obligaron, fueron algunas de las muchas que use para justificar errores o tomas de malas decisiones.
Ya con la madurez esta práctica fue abolida casi en su totalidad. No voy a mentir. Han sido algunas las veces, muy pocas siendo sincero, en que esta práctica a sido usada para justificar fallas que, a pesar de no tener mi irresponsabilidad como raíz del error, han servido como pretextos.
Estaba realizando un trabajo y se fue la luz, es lógico que la culpa no es mía. Iba a ponerme el pantalón que lave esta mañana y no se secó por la lluvia, no controlo el clima. Sin embargo, a pesar de que muchos puedan justificar estos hechos como algo fuera de nuestro control, la verdad que en uno de ellos pude prevenir la situación.
Creo que el principal factor que ayuda a eliminar este tipo de práctica es la madurez. Aunque por lo general esta se asume con la edad, lo cierto es que la madurez a la que me refiero es la de tener la capacidad de analizar los pros y contras de las acciones que realizamos.
El culpar a alguien por nuestros errores tiene como base la mentira, no solo hacia los demás, sino también hacia uno mismo. Todos sabemos que las mentiras tarde o temprano son descubierta dejando salir la verdad.
Es en este tipo de situaciones en donde uno comienza a convertirse en el niño del cuento de Allí viene el lobo. Esa metamorfosis hace que a nivel social la persona comience a perder credibilidad y con ello la confianza del entorno.
Al perder esa confianza comienza un proceso de aislamiento que no es realizado por maldad por el entorno. Más bien es producido por las acciones que cometemos. Puede que una persona que pase por esta situación automáticamente culpe a los demás por ello.
Allí de nuevo se cae en esta mala práctica y comienza un círculo vicioso que puede formar un bucle hasta el fin de la existencia de esa persona. Ojo, no hablo de suicidio, hablo de cuando definitivamente abandone este plano terrenal.
Puede tener un impacto bastante fuerte, primero puede aparecer la ruptura de la relación que exista. Esto en todos los niveles existentes, familiares, amistades, laborales, amorosas, entre otras.
Es que la confianza es lo primero que se pierde. No se puede tener confianza en aquella persona que en el afán de no asumir sus errores es capaz de culpar a otros por ello.
Por lo general se crea un ambiente hostil donde el rechazo a quien usa esta práctica es la primicia de cualquier acción posterior. Si bien es cierto que puede haber una segunda, tercera o más oportunidades de reconstruir la relación, nunca será igual.
Este tipo de situación muchas veces no es sostenible y por lo general terminan en un alejamiento casi permanente entre los afectados. Por lo menos, esta es mi experiencia personal colocándome en ambos lados de la moneda.
En este punto voy a tratar este tema a nivel macro. En mis conceptos y experiencia, existen tres causas fundamentales que llevan al uso de culpar a los demás: Miedo, orgullo y falta de personalidad.
En el caso del miedo, un ejemplo podría ser el que expuse en la primera parte de este escrito. Miedo a las represalias que pueden acarrear un acto mal ejecutado o un error. A muchos no les gusta asumir las consecuencias negativas de sus actos.
En el caso del orgullo, este se presenta en situaciones en donde las acciones nos pueden hacer quedar mal. Esto en muchos sentidos de la vida. Un ejemplo: Una señora vecina se queja de que cuando llueve las calles del barrio se inundan. Esto por lo general pasa ya que la basura en la calle es llevada por el agua hacia los drenajes y esto tapa la entrada de los mismo creando la consecuencia lógica. Por lo general la señora tiene como causa de esto el mal mantenimiento que realiza el servicio municipal de aseo que provoca estas acciones. ¿Pero qué pasa con la basura que las personas, incluyendo a la señora, bota en la calle? ¿No es parte del problema? Pero es más fácil culpar a los demás.
En cuanto lo que yo denomino como falta de personalidad, explicare con un ejemplo, un cuento de la vida real vivido por mí en tercera persona. Hace algunas lunas nos encontrábamos reunidos varias amistades en el taller mecánico de un amigo. De repente llego otro conocido que bajo de su carro bastante molesto. Al preguntarle que le pasaba nos contó que un policía municipal lo había matraqueado, (extorsionado, para aquellos que no sean venezolanos) alguien del grupo le pregunto el motivo de ese acto y el bastante molesto nos comentó a todos que se había pasado una luz roja del semáforo y que el policía municipal lo había detenido y le dio la opción de que le diera una cantidad de dinero a cambio de no recibir la multa correspondiente. Como es lógico de suponer, el hombre acepto el acto de corrupción. Lo peor de toda esta situación es que nunca reconoció su culpa, sino que esta situación ocurría por culpa de estado que tenía agentes policiales corruptos a su servicio.
Como supongo que será lógico la conclusión de muchos los que lean esta publicación, el errado seré yo y la acción del hombre de este último ejemplo es valedera.
Es en este preciso punto en donde considero que la acción de culpar a los demás por errores propios se convierte en un acto justificado. Esto más si esas acciones están impulsadas por el orgullo o por falta de personalidad a no reconocer que el error es propio. De allí que sea más fácil echar toda la culpa al estado por lo que pasa en el país que asumir nuestra gran cuota de responsabilidad.
A estas alturas ya me han catalogado, enjuiciado y emitido condena simplemente por presentar una situación que me parece lógica y cotidiana y que debe hacerme acreedor a la etiqueta Pro Gobierno. Cada quien juzga por experiencia propia.
Lo cierto es que el culpar a los demás por los errores propios es un acto que se puede tomar como algo normal y muchas veces necesario. Como dice un popular dicho que se utiliza mucho a nivel juvenil. PRIMERO MUERTO QUE BAÑADO EN SANGRE Los venezolanos entenderán más este refrán. Así que la premisa científica de Ensayo y error carece de veracidad
Hasta aquí esta publicación. Espero que la misma sea del agrado de ustedes. Me gustaría extender una invitación a @emy.pets05, @dasudi, @blessedlife, @ameh123 y a @fannyescobar para que se unan a esta iniciativa.
Emoji creado en Bitmoji. Diagramación de mi autoría
Si quieres conocerme un poco más visita mi publicación de presentación en Steem atreves de este enlace
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Todos sabemos que la culpa es de la vaca jajajaja
Ay, amigo, gracias. Me reí muchísimo con tus ejemplos, no queda más que reírse porque en la culpa hay una cosa infantil de la cual en algunos de nosotros quedan reminiscencias y en otros no se supera nunca, no permite llegar a eso que conocemos como madurar.
Creo que el ego no le permite a muchas personas reconocer sus propios errores, por lo tanto mejor culpar a otros.
Por ese tipo de ciudadanos de tu último ejemplo es que estamos como estamos. Además es como extraño, más bien debería agradecerle al gobierno que tenga bastantes policías matraqueros que prefieren embolsillarse algo ellos que hacer valer la ley jajaja, porque la merecida multa le acarrearía más molestias y seria mas onerosa. Él tenía la opción de no "bajarse de la mula" y pedir su multa, y antes de eso tenía la opción de no comerse la luz, pero prefirió hacerlo. Es más, la culpa es del semáforo jajaja
Los venezolanos tenemos un gran problema, que culpamos al gobierno de todo, pero cuando pueden sacar provecho de la sinverguenzura no lo piensan dos veces.
Las etiquetas están a la orden del día y el radicalismo también, no se puede ser crítico porque ya te mandan para un "bando" o para el otro.
Siempre es un gusto leerte. Éxitos
Es que es la parte mas irónica de la vida. Nunca, nunca, pero nunca, aceptaran que no tienen la razón. Es orgullo no se los permite, esto aparte de ser clasificados con ellos clasifican a los demás.
Es por ello siempre he pensado que el problema va mas allá de lo político. Entra en el terreno de lo sociocultural. Tema largo y súper complicado y hasta bélico.
Existen muchas personas que leyeron el libro y a pesar de ello siguen en el mismo plan... Asi que la situación se agrava. Y si esa situación es apoyada y recompensada.
Pero es lo que hay, asi que no queda de otra.
Gracias por leerme.
Hasta la próxima...