El doctor LeBrón era un médico tradicionalista y defensor de la sangría aún a finales del siglo XX. Tenía una familia grande y uno de sus hijos, Robert, también estudió medicina. Las visiones y paradigmas de ambos eran opuestas. Robert decía que la sangría era un método inútil y peligroso y su padre lo defendía con ahínco.

El hijo menor de la familia comenzó a presentar fatiga, dificultad para respirar e hinchazón en las manos y piernas. Para LeBrón la solución era obvia. La sangría. Para Robert no. Temía que este procedimiento terminaría matando a su hermano. La realidad era que el niño tenía una hemoglobina muy baja y el sangrado iba a causarle la muerte. Lo peor. Quien tenía el poder de decisión era el padre. Robert tenía que hacer algo.

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Robert decidió aceptar la postura de su padre, se unieron para luchar contra la enfermedad, que estaba acabando con la vida de su hermano, comenzado así con el tratamiento, siendo este bien efectivo, al pasar una semana se observó un cambio, la hemoglobina fue aumentado, lo que le permitió un cambio de color, en la piel al pequeño Jairo, esa palidez se volvió en tono rosa.

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La fatiga desapareció por completo, que el niño comenzó a caminar, si sufrir cansancio alguno... al cabo de dos semanas, la hinchazón de las manos y las piernas desaparecieron por completo, la familia estaba tan feliz por todo el avance del chico.-

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Reunido Robert con su padre LeBrón, le comenta que va ser un estudio, más profundo de la sangría, porque tiene planificado escribir un libro, de todo sus beneficios y si él autoriza, para finalizar dará el testimonio de la sanidad de su hermano Jairo, para darle credibilidad a la investigación, él padre le manifiesta que está de acuerdo y así inicia su investigación.

Jairo empieza a ser su vida normal, porque a quedado completamente sano... al pasar un año y medio, Robert terminó la investigación y la escritura del libro, organiza el evento dónde, se lanzará el libro al público e invita a su familia para que le acompañe.

Para sorpresa de todos, cuando llegan a evento y descubre, la tela que cubría el nombre del libro, decía "La Sangría de LeBrón", en honor a su padre y la reflexión final del libro, decía así:

"No desprecies la sabiduría de tus padres, por muy adultos que son, es mejor tomar un consejo, que caer en discusión, los aveces si existen pero, tenemos que escuchar opinión, más cuando vienen de nuestros viejos, que siempre tienen la razón."

Robert.