La historia gira en torno a Pablo, un chico tímido y algo retraído, que vive aferrado a su "amor platónico" (Daniela), una muchacha con la que estudió en el colegio y quien le dio por primera vez un beso, cuando jugaban "La botellita".

Un buen día, llegó a casa de Pablo, su socio y amigo de infancia, Fernando (Augusto Nitti), quien lo invita a una fiesta de Reencuentro de Promoción, y allí Pablo volvió a ver a Daniela; ella no lo reconoció. En cambió él, al verla, sintió que ella era su único amor.

Cuando la celebración terminó, Pablo quiso acompañar a Daniela hasta su casa, pero esta no se lo permitió. Fue así como al otro día, entre los amigos, comenzó a buscar el número telefónico de ella y su dirección.

Él se presentó a casa de Daniela, sin avisar, y se enteró que esta era prostituta. Pese al impacto que representó tal noticia, Pablo decidió conquistar a Daniela y convertirla en su esposa.

Al principio, Daniela mostraba fastidio ante las visitas de Pablo, pero luego, con los días y las atenciones que recibía de él, fue sintiendo necesidad de estar a su lado.

Daniela fue desalojada de su residencia por unos escándalos relacionados con su oficio de prostituta; y Pablo le ofreció su apartamento para que vivieran juntos. Estos momentos compartidos entre ambos son realmente tiernos.

Luego vino el conflicto: Una compañera de oficio de Daniela le pidió el apartamento de Pablo prestado para atender a unos clientes, ya que necesitaba completar el dinero para inscribir a su hijo en el colegio. La verdad es que no fue a un hotel, porque era Día de las Secretarias, y estaba full.

Cuando Pablo llegó del trabajo, escuchó los jadeos, propios de las relaciones sexuales, y huyó de su casa convencido que Daniela estaba utilizando su casa como un prostíbulo. Esa noche Pablo bebió mucho con unos compañeros de trabajo; y al otro día le pidió a Daniela que desocupara el apartamento. Lo que viene luego es la parte más melancólica de la película: Daniela regresa al burdel donde trabajaba ... Mientras tanto, Pablo se ahoga en el alcohol y en los recuerdos de Daniela. Pero, un día llegó al apartamento de Pablo, la amiga de Daniela, quien le explicó que era ella quien había estado en su casa atendiendo a unos clientes, y no Daniela.

Pablo se sintió muy mal y salió a buscar a Daniela, tomó un maletín donde guardaba un dinero para pagar el apartamento, y se fue al burdel donde esta trabajaba para cancelar una deuda que ella tenía con el dueño, y así sacarla de ese lugar.

El dueño del burdel golpeó a Pablo y le robó el dinero. Y a Daniela también le quitó un dinero que ella había conseguido para liberarse de él.

Al final de la película, Daniela y Pablo esperan la sentencia de un juez para que el dueño del burdel les regrese el dinero que Pablo le entregó y recuperar el apartamento. La pareja luce amorosa, pues han superado duras pruebas de amor.

Si desean ver la película, acá la tienen: