Saludos a todos los steemitas del mundo. Nuestra apreciada amiga @yrmaleza nos propone un concurso interesante que consiste en reflexionar sobre el tema de los valores. Esta es mi participación:

Doña María siempre fue una mujer independiente; nunca se quiso casar ni tener hijos. Por años tuvo una pareja, al que amó infinitamente; pero él era mayor que ella; y un día su cuerpo dejó el espacio vacío en la cama. Ella lo lloraba todas las mañanas, pues extrañaba el café que juntos compartían, las conversaciones y los chistes.

Rafael venía sintiéndose mal, pero no quería preocupar a María con sus dolores, que se los atribuía a la edad. Una mañana, tres días antes de morir. Le dijo: "Mi amor, me preocupa tu futuro. ¿Qué pasará contigo si yo partiera de este plano terrenal?". Ella le contestó: "No pienses en eso; yo no lo hago. Alguien me tenderá la mano. Hay más gente buena que mala. Recuerda que hemos tratado de ganarnos el cariño de todos los vecinos, hasta los niños nos quieren y nos cuidan. Siento que no me abandonarán si llego a enfermar y tú no estás".

El domingo 11 de julio del año 2021; Doña María no salió como siempre a la misa de las siete de la mañana; su eterna compañera de rezos extrañó su presencia; y llamó a sus hijos para manifestarles su preocupación. Ellos no dudaron en forzar la puerta, y la hallaron tratando de levantarse de la cama, pero con rasgos de debilidad y asfixiada. Llamaron inmediatamente a una ambulancia y la llevaron al hospital. Al poco rato, en el centro de salud no cabía la gente que se acercó a ayudar a Doña María. Los niños idearon llevarle un payaso como ella siempre les llevaba cada vez que cumplían año.

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Todas esas muestras de afecto fueron la mejor medicina para Doña María, quien en poco tiempo se convirtió en la consentida de los médicos y de las enfermeras.

Doña María abandonó el hospital, llegó a su casa y se sentó al lado de la foto de Rafael, le dio un beso y le habló con cariño maternal: "Viste, viejo, no estoy sola. Nadie que dé amor de manera desinteresada, está solo. La solidaridad y la gratitud son valores que debemos cultivar a diario. Puedes quedarte tranquilo; los niños, que son el futuro del vecindario, me quieren y nunca me dejarán abandonada".

Cuando Doña María terminó de hablar con Rafael, tocaron la puerta. Al salir sintió la dicha de ver a sus vecinos que llegaban a visitarla. Abrió sus brazos y sonrió como nunca de felicidad.

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Aunque ya el concurso está por cerrar, aún tienes tiempo de participar. Aquí la información