Saludos a esta distinguida comunidad. Hoy me uno al concurso que promueve @astilem, en el que nos convoca a hablar sobre nuestros mejores juguetes.

Siempre he dicho que tuve una infancia feliz; sin lujos, pero feliz. Creo que de tan feliz que fue aún vivo anclada en esa etapa de mi vida. Mantengo contacto con mis amigos del colegio y con los del barrio; y cuando nos reunimos, recordamos nuestros juegos y anécdotas de esa época que, para mí, ha sido la más bella de todas las que he vivido hasta ahora.

Casi todas las niñas. Bueno, las de mi época, queríamos tener muñecas que se convierteran en nuestros "Bebés queridos". En casa, el "Niño Jesús" siempre me traía unos muñecos que vendían en las quincallerías, a los que llamábamos "Culones". Eran de un plástico duro, no tenían cabello, pues eran "pelones"; no se sentaban; casi parecían unos "erizos". Todos tenían la nariz chata; yo jugaba con ellos, pero luego los dejaba guardados en una caja y prefería jugar con unas tejas, a las que sentía como mis hijas, jajaja.

Mi mayor sueño era tener una muñeca grande, con cabello, que hablara y cantara. Ese deseo mío se cumplió cuando yo tenía 10 años. Allí el "Niño Jesús" me trajo a mi muñeca "Carolina". Se llama igual que la hija de Popy y Popina.

En esa época estaba de moda la canción:

Caro, Caro, Carolina, la muñeca de Popina,
La hermanita de Popito,
La locura de papá...

Así mi muñeca se convirtió en mi pequeña hija. Cuando ella llegó a mi vida, era la muñeca que estaba de moda. Nadie hablaba de "Barbie", sino de estas muñecas que en Carúpano, las llamaban "Las margariteñas", porque allá las vendían.

Mi muñeca se convirtió en mi amiga, mi confidente, en mi talismán.

Cuando me fui a estudiar para Cumaná la dejé en Carúpano, pero cuando tuve mi casa, pedí que me la llevaran. Pocas veces hemos estado una separada de la otra,

Ahora que regresé a Carúpano y me tocó construir mi casa, y cuando empezaron a echar el piso, la puse a ella en el medio del porche para que "bendijera" nuestro hogar.

Entre mi muñeca Carolina y yo hay diez años de diferencia. Yo tengo 50 y ella 40. Siempre le hago una fiesta de cumpleaños los 24 de diciembre. Invito a mis sobrinos para que vean lo lindo que es cuidar y querer nuestros juguetes, pues de algún modo, ellos forman parte de la etapa más linda de nuestra vida: La infancia.

Me encantaría invitar a @blessedlife, @patjewell, @yola1 y @inspiracion. Aquí la información