Con la llegada de la pandemia todo fue un tormento, yo quede desempleada y muy preocupada por los gastos, comida, alquiler, medicina. Yo vendi galletas, queso, carne, pescado, ropa, para los gastos de la casa. Hoy en día soy ama de casa, cuido de mi hijo, vendo pescado, hago lazos y me siento muy orgullosa porque he sabido seguir hacia adelante con guia y la bendición de Dios.

Es jueves 4 de mayo, me desperte a las 6 am con el sonido de la alarma programada para preparar a mi hijo y llevarlo a su escuela. Una vez preparado su desayuno, agua y jugo, nos arreglamos para finalmente irnos caminando a la escuela. De vuelta en casa desayuno una arepita con queso y café, organizo todo y barro por toda la casa.

Desocupada de las labores del hogar, enciendo mi compatador y me activo en la plataforma con mi diario y dejando comentarios en las publicaciones de otros usuarios. Al ver que termine temprano, me dispuse a crear lazos, un emprendimiento qua ha sacado a flote habilidades que no conocia, aparte de generar ingresos para solventar mi día a día.

Llego la hora de ir a buscar a mi hijo a las escuela, 10:40 am, el sol muy caliente y calor ni se diga, eso es llegando a casa y tomando agua, luego nos metemos en el cuarto para refrescarnos con aire acondicionado. Al mediodía puse unos granitos en la olla de presión para acompañarlo con arroz, pollo guisado y tajadas, muy rico quedo mi almuerzo. Deje todo limpio y a reposar.

Despues de reposar subi las fotos de los lazos a mis redes sociales y revise los cuadernos de mi hijo para ver si tenia tarea pendiente, le dejaron dos caligrafias, así que nos pusimos manos a la obra para que pueda jugar con los vecinitos. Al terminar mi hijo nos fuimos a ver televisíon dancdo chance a que no este tan caliente el sol y pueda salir a jugar.

Mientras mi hijo juega, yo calente café e hice cotufas para ver la serie de Rosario Tijeras, eso sí, a cada rato me asomaba a ver por mi hijo. Toda la tarde transcurrio con normalidad, como a las 6 pm lo mande a bañar y le di la cotufa que le habia guardado.

Llego la hora de la cena y prepare una rica avena caliente, un alimento que no debe faltar nuestros hogares, limpie la cocina y me di un baño. Finalmente organice el uniforme, el bolso de mi hijo y me fui al computador a verificar la fecha de los concurso para ir participando.