Les cuento que dentro de poco tiempo cumplo 5 años viviendo en Buenos Aires, este proceso de migración es una de las cosas más difíciles que me ha tocado vivir, por la separación de mis seres amados. Gracias a Dios mi esposa y mis hijos llegaron 5 meses después y eso fue un gran alivio, es algo que no se lo deseo a nadie. A los dos años llegó mi papá y en los siguientes llegaron mis dos hermanas con sus esposos e hijos, solo faltaba mi mamá que no tenia pasaporte y con la llegada de la pandemia alargó el tiempo de espera, les confieso que en ocasiones pensé no volvería a verla.

Pero de una manera sorprendente Dios abrió las puertas y logró sacar el pasaporte en el mes de Julio del presente año y posteriormente en unión de mis hermanas se le encontró el pasaje para traerla en un vuelo directo de Caracas a Buenos Aires.

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Sinceramente parece mentira que luego de tantos años vamos a estar todos juntos de nuevo, mis hijos estaban muy emocionados y junto a mi esposa nos preparamos con tiempo para recibirla en el aeropuerto.

Llegamos antes del aterrizaje y entramos al aeropuerto un rato para preguntar como era el procedimiento ya que todo ha cambiado por el tema de la pandemia, preguntamos al personal que trabaja allí y nos informaron que era por otro lado que teníamos que esperar a los pasajeros, así que nos tocó salir de las instalaciones para esperarla.

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Nos fuimos a la parte exterior donde estaban todos los familiares esperando y allí estuvimos unas cuantas horas mientras los pasajeros recibían sus maletas, pasaban por migraciones y les hacían un Antígeno para confirmar que no tengan Covid, para definitivamente terminar todos los tramites y retirarse a sus domicilios. El tema es que ese día bajó la temperatura y los que estábamos afuera teníamos mucho frío, pero la emoción de recibirla tal que muy gustosamente esperamos el tiempo necesario.

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Después de 4 horas de espera al fin salió mi mamá y con lágrimas en los ojos nos abrazamos por un largo tiempo, ella no venia con la ropa indicada para el frío pues en Venezuela obviamente es un clima caluroso, así que le pasé una campera y nos fuimos al auto para partir a la casa de mi hermana quién muy alegremente nos recibió con un café bien caliente y unas arepitas con jamón y queso.

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_{Todas Las Fotos las tomé con mi celular Motorola E6 en Buenos Aires Argentina}