El observador del cielo y el visitante| Cuento de madrugada| #club5050

Hubo un tiempo en que me la pasaba mirando al cielo, no buscaba nada, simplemente observaba. Durante el día veía el color del cielo, es difícil decir cuál es esa tonalidad de azul, muchos llaman al turquesa azul cielo, otros al azul rey, así que termine concluyendo que el color azul cielo es un color personal, asociado a como cada persona lo percibe, para unos es más claro, para otros es más oscuro.

El cielo nocturno es el que más misterios encierra, debe ser completamente negro, pero sin embargo, la luz tenue de las estrellas y la luna hacen que se vea en un tono más azulado, sin que parezca la oscuridad eterna. Me sentaba con un mapa estelar que hacía yo mismo a mano con los datos de viejos libros y un almanaque mundial que guardaba mi papá celosamente en su pequeña biblioteca, para mí resultaba fascinante y para los demás era trivial.

A medida que fui creciendo mi interés en las estrellas creció, con el sueldo de mi primer trabajo compre mi primer telescopio y a partir de ahí casi todos los fines de semana me iba de campamento a observar el cielo nocturno durante los fines de semana. Ya diferenciaba bien estrellas y planetas, galaxias distantes, llegaba a reconocer las grandes constelaciones a simple vista. Algunas veces iba acompañado de algunas amistades que se dedicaban a jugar y a cantar mientras yo me dedicaba a lo mío, pero la mayoría de las veces prefería ir solo.

Una de esas tantas veces que fui solo, decían que una de las estrellas de la constelación de Orión podía llegar a convertirse en supernova, era un acontecimiento que definitivamente no me podía perder. Estuve observando el cielo hasta bien entrada la madrugada. Estaba solo con mi carpa y el puesto de guardaparques más cerca quedaba a kilómetro y medio, por lo que nadie podía acercarse sin que me diera cuenta, sin embargo, la presencia de un desconocido me dio un gran susto. Entre la oscuridad de la montaña un hombre alto, como de dos metros de altura o un poco menos, me dió las buenas noches cordialmente.

Mi compañero desconocido se puso a charlar conmigo sobre temas que manejaba muy bien, me comentó sobre los planetas, las estrellas, las galaxias, sobre cómo se orientarian unas hipotéticas naves espaciales al navegar por el cosmos. Yo escuchaba atentamente sus palabras, ya el susto había pasado, charlábamos como si nos conociéramos desde hace un tiempo. Ya iban a ser las cuatro cuando le dije que era tarde y que era hora de dormir un poco, pues ya tenía que pensar en regresar a Caracas. Luego de guardar silencio por unos minutos, me dijo algo que aún recuerdo como si hubiera sucedido ayer, era integrante de una misión de exploración a este planeta y que llevaban tiempo observando a un grupo de individuos, entre los que estaba yo.

En medio de risas de incredulidad y nerviosismo, me di cuenta que está persona no se reía, más bien se le veía un gesto de desilusión en su rostro, al parecer mi reacción no era lo que esperaba. Guardé silencio y me acomodé en mi silla de campamento, le dirigí nuevamente la mirada para preguntarle: -"Tu me estás hablando en serio?"- a lo que el asintió con la cabeza. Luego de un mutuo momento de silencio, el mío asimilando lo que pasaba y el quién sabe, me hizo saber que su mundo de origen era uno de miles que observan la conducta de la gente de la tierra y observan a diferentes personas según sus intereses, ellos buscaban la manera de seleccionar a un grupo de personas en caso de tener que evacuar el planeta ante una inminente destrucción por parte de la humanidad.

Destrucción? y yo porque? el parecía escuchar las preguntas que mi mente realizaba y las respondía. Tenían fuertes razones para pensar que la conciencia de la humanidad podía desaparecer y crear una serie de incidentes que acabarían con la vida en el mundo. Necesitaban asegurar la existencia de la humanidad, pero solo los humanos que no tuvieran el gen de la destrucción serían salvados, así que seleccionaron un grupo para ello, pidiéndome que lo acompañara. Iba a aceptar sin dudarlo, pero pensé en mi familia, mi mamá, mis hermanos, que sería de ellos? Cómo leyendo mi mente, vi una proyección de mi mamá triste por la perdida de su hijo durante sus excursiones de fin de semana para ver las estrellas, muriendo poco después a causa de la tristeza, mis hermanos no volvieron a ser los mismos, luego de que yo me hubiera ido.

Luego de ver esta proyección del futuro me di la vuelta hacia el, puse mi mano en mi corazón y le dije que tengo muchas cosas porque vivir en este mundo, sin duda alguna las demás personas que escogieron harán un mejor trabajo pero yo prefería quedarme acá, pues aún tengo fe en que las personas reaccionarán ante el caos que nosotros mismos hemos creado. Él sonrió, me dió la mano despidiéndose y desapareció entré las sombras. Años han pasado desde entonces, todavía voy de vez en cuando a ver el cielo nocturno, no sé si ya la humanidad habrá madurado o aún no hemos tocado fondo, pero mientras haya vida habrá esperanza para las buenas personas de este mundo.