Concurso: Creando Historias | Demasiado tarde

Hoy vuelvo con mi entrada a otro concurso de escritura, algo que ya se me está haciendo un poco costumbre, a ver hasta donde llegan los límites de mi imaginación, si es que acaso los tiene. Invito a @solperez, @genomil y @elvendork a participar. Aquí el link.

_{Imagen hecha por mi en Canvas}

Me sentía deprimido aquella mañana, no tenía ánimos de salir de casa, de comer, ni de levantarme, pero con todas mis fuerzas logré hacerlo para ir a la playa. Aquel lugar siempre me había servido para recargar energías, para liberar mi estrés y sentirme revitalizado. El mar se llevaba mis penas, todas mis culpas, me desintoxicaba.

Luego de caminar por unos quince minutos empecé a vislumbrar la arena blanca. Había muchas personas ese día, el cielo estaba despejado y el mar se hallaba cristalino, con muchas personas jugando en él. Alrededor había un pequeño cerro cubierto de frondosos árboles, le daban al paisaje más calma, dentro del caos y el tumulto de personas.

_{Imagen del concurso. Fuente}

Fue difícil hallar un espacio vacío para acomodarme, pero finalmente lo logré. Puse mi toalla en la arena y me acomodé debajo de la sombrilla de paja que hallé libre, y luego me recosté a observar, me gustaba mucho observar a los demás. Entre tantas familias jugando en la arena y el mar y los vendedores ambulantes que pasaban por ahí, la vi a ella. Era una chica de tez morena y ojos almendrados, labios carnosos y mejillas sonrosadas por el calor, cabello ondulado de color castaño, y vestía una falda blanca y un top del mismo color. A mis ojos, parecía un ángel, o quizás en este caso, una sirena que salió de las profundidades para hechizarme con sus encantos naturales. Intentaba disimular mi mirada, pero se me hacía muy difícil no verla.

Ella no andaba sola, estaba con sus amigos, charlando y bebiendo. El grupo era bastante grande, ocupaban varias sombrillas de paja y habían llevado bastantes cajas de cerveza y comida, debía de ser un paseo organizado con anterioridad.

Creo que la única persona que se encontraba sola en aquella playa era yo, pero eso no me molestó ni me incomodó, ya que así podía contemplar mejor a aquella chica. Así pasaron las horas, y no quería que la mañana se terminará, solo quería seguir viéndola reír, mojar sus cabellos en el mar, sentarse a tomar el sol, e incluso a veces ponía música y se ponía a bailar; contoneándose, dando vueltas y batiendo sus rizos, estaba hipnotizado y quería seguir así por siempre.

_Fuente

De repente, ella volteó a mirarme, yo estaba apenado y bajé mi mirada, creo que incluso me sonrojé más de lo que ya estaba por el sol. Cuando subí la vista creyendo que estaría quejándose de mí con sus amigos, solo vi cómo se reía y me sonreía aún más. Empezó a bailar y dar vueltas mientras me veía y comenzó a acercarse, y ya para cuando la tuve en frente y me tendía sus manos para unirme a la diversión con ella y sus amigos, toda esa imagen de ensueño se desvaneció.

Ya no había cielo azul, ni aguas cristalinas, la gente se había esfumado. Lo que tenía en frente eran los restos de lo que alguna vez había sido esa playa. Las aguas estaban negras cual petróleo, la arena estaba sucia y llena de basura, el cielo estaba gris y lleno de humo, los árboles apenas sobrevivían, intentaban no marchitarse. Esta playa alguna vez fue hermosa, alguna vez estuvo rodeada de personas, de felicidad y alegría, alguna vez…

_Fuente

El ambiente estaba podrido, las personas también, no quedaba mucha gente que se atreviera a salir y caminar por aquellas calles destruidas, su salud podía verse comprometida debido a la alta contaminación en el aire. Yo era de los pocos que le daba igual a este punto y salía. La depresión no se iba, ni siquiera revivir los recuerdos en esta vieja playa servía de algo, solo me hacía sentir nostalgia y mucha soledad.

Los recuerdos ya no eran suficientes para encubrir la catástrofe en la que se había sumido el mundo.

Y eso ha sido todo, espero que les haya gustado. Muchas gracias por su apoyo y por llegar hasta aquí.

¡Nos leemos!