Este no es un comercial de cereal de maíz azucarado; aunque parezca. Tampoco es un comercial de Fans Marvel y sus mini superhéroes de Spiderman; aunque parezca.

Este es un momento muy chiquitito que capturé ayer, a las 17:45 horas aproximadamente, luego de volver de hacer algunas compras de chuches en compañía de mi bebé Ezequiel.

Mi hijo es un bebé delgado y pequeño de 3 años, es de comer solo algunas cosas, es muy selectivo con sus gustos; sin embargo uno de los cereales que más disfruta comer son los azucarados.

_{Ezequiel contento por sus azucarados}

Es un poema su carita cuando está comiendo sus azucarados; pero se me ocurrió quitárselos un momento para hacer una mejor captura de sus sonrisa, sin embargo no me resultó bien la decisión porque se molestó y puso esta cara de picardía queriendo contraatacar para quitarme la bolsa.

_{Ezequiel lanzando telerañazos}

Esa cara de que me va a lanzar telarañazos de spiderman. Como le pedí una sonrisita, me llevó la contraria en son de protesta por haberle quitado los azucarados.

_{Ezequiel protestando por sus azucarados}

Como aún no sabe hablar, el medio balbucea y entre las cosas me dijo que no sonreiría para la foto si no le devuelvo la bolsa. Es un buen negociante, así que le devolví los azucarados.

_{Ezequiel negociando por sus azucarados}

Así que finalmente me regaló la sonrisa que lo caracteriza:

_{Ezequiel posando para la cámara}

Mis hijos son la alegría del hogar, son tres tesoros hermosos, cada uno tiene su mística, su forma, su genialidad para ser ellos mismos. Sin embargo, Ezequiel es como el jefe de la manada de las risas y los juegos, es como si todos trabajásemos para él cuando se trata de jugar, de reír. El es el que arma la pachanga en nuestros bailes graciosos en las noches frías y quien escoge la comiquita prevaleciendo a todos los gustos; él es nuestro tesorito precioso que cuidamos entre todos y nos hace sonreír siempre con sus ocurrencias balbuceadas.

Ezequiel es nuestro cargador de alegrías en el hogar, con él todos estamos contentos y sobra ver su fotografía nos contagia de la magia del gozo y la alegría en donde se manifiesta el amor de Dios y su misericordia.

GRACIAS POR LEERME!