Saludos @almacaridad, me llamó la atención tu participación, tienes claro por la experiencia de tus abuelos lo que puede afectar en la vida cuando estos niños llegan a ser adultos. Son cicatrices que no se borran, pero casualmente, estas personas, al menos los de esa época (El caso de mis padres) valoran mucho más la educación para sus hijos, y trabajan con ahínco para que no se repita la historia. En países como el nuestro donde hay tanta necesidad, no podemos darnos el lujo de esperar a otra generación. Hay que proteger a los niños y darles el apoyo que necesitan ahora. Hay que intentarlo siempre.