Meditando en Versos: Salmo 90

El Salmo 90 fue escrito por Moisés y se refiere esencialmente a la existencia efímera del hombre. Veamos:

1. Tú haces que el hombre mortal vuelva al polvo; dices: “Vuelvan, hijos de los hombres”.
2. Porque a tus ojos mil años son solo como el día de ayer que ya pasó, como una vigilia de la noche.
3. Arrasas con ellos; llegan a ser como un simple sueño.

Personalmente me sorprende el grado de maldad que existe en muchos seres humanos que malgastan sus cortas vidas en puro hacer daño a los demás. Pues hay individuos que se regocijan y se sienten felices destruyendo a sus congéneres de distintas maneras: humillando, robando, torturando y hasta asesinando.

Realmente yo no entiendo para nada cómo en el mundo existen personas sin sensibilidad humana que piensan meramente en su propio bienestar, sin importarles nada en absoluto que a la vuelta de la esquina ellos se convertirán en polvo de la tierra.

Cuando se dice que para Dios mil años son como un día, es como cuando uno dice, por ejemplo: “Acabo de cumplir 50 años de edad y no supe en qué momento todos esos años pasaron tan rápido por mi vida”. Y, aunque uno se niegue a reconocerlo, la hora de la muerte está más cerca de nosotros. Es cuando a uno se le aplacan los excesos de la juventud y comienza a ver la vida de otra manera.

De allí mi asombro con aquellos que viven sus vidas como si fueran a ser inmortales. Y es que cuando les escuchas te das cuenta de la arrogancia sin límites que padecen. Y muchos son tan necios que a la hora de sus muertes se imaginan que se están quedando dormidos y que mañana se levantarán de sus lechos a hacer de las suyas.

Dios nos hizo con fecha de caducidad, pero no por eso tenemos que venir al mundo a hacerles la vida difícil a los demás; al contrario, ese corto momento debemos invertirlo en hacer cosas útiles.

Fuente

_{Invitación: @lirvic, @mile16, @magavic}