Una pregunta que visita mi pensamiento de vez en cuando y, que últimamente se ha hecho más frecuente, quizá por la cercanía de mi cumpleaños es esa que una vez me hiciste en aquella mesa en ese restaurante que tanto nos gustaba. Esa, que con la respuesta correcta se hubiesen evitado tantas tragedias en tu vida y la mía… solo que en la tuya fueron determinantes o mejor dicho terminaron con ella. Un momento de duda, inmadurez o confusión que hoy no me sirven de nada, bueno no nos sirven de nada. Sabes tengo esta mala costumbre de hablar de los dos y, especialmente de ti en presente, puede que no me guste el tiempo pasado, aunque en nuestro caso eso es lo nuestro ya pasados 10 años.

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Sabes escribo para un blog en Steem, sí, por fin mi sueño hecho realidad poder escribir y que me lean, publico en inglés (por fin lo manejo bien) y en español; no he dejado el latín de vez en cuando aún traduzco para algún viejo amigo especialmente los que están en los seminarios. Bueno te cuento, me llegó una invitación en una de mis publicaciones, me sorprendió gratamente un mensaje que decía “Hola soy @villarrealjj me gustó tu post y te hago la siguiente invitación” en ella me alentaban a escribir algo que pudiera decirle a alguien si supiera que es la última vez que la iba a ver, algo que me hubiese gustado decir esa última vez, sí extrañamente me llegó dos días después de mi cumpleaños, eso me pareció una señal y decidí que quizá en un universo paralelo esto llegará hasta ti y lo leerás.

¿Qué te diría en ese restaurante ese 3 julio? Te diría que sí… sí… quiero compartir mi vida contigo, sí… quiero ser la madre de tus hijos, sí… deseo estar contigo y ayudarte en tu trabajo, aunque me conoces bien y sabes que no me gustan los horarios; a está tu bohemia le dan miedo los grandes edificios y lujosas oficinas, pero, sólo ese día debí decir que sí… quiero tener una linda casa donde tengas tú las llaves, ya sabes que yo las pierdo con facilidad, sí… deseo estar para cuando llegues cansado y con ganas de conversar de todos esos casos y pacientes que tendrías que operar aunque yo no entienda nada, sí… estar a tu lado y ser como siempre tu reina. Sí… sin más que decir.

Una palabra de dos letras que cambiarían todo lo que después paso, nunca te recuperaste de eso, pero como hacerlo. Yo tuve que aprender con los años y los golpes al corazón que fue un gran error, sí… me fui corriendo, sí… me asusté no creía estar preparada, sí… no pensé en ti. Sí… no pasa un solo día sin que imagine en cómo sería todo sí tu estuvieses con vida y especialmente llenando la mía.

Sí... sigo buscandote en el claroscuro de la luna...