Mi número de la Suerte
Es imposible imaginar la vida sin números, nuestra necesidad de cuantificar, de descubrir lo que existe más allá de la simple observación los hace imprescindibles...
Imagen diseñada en PowerPoint/ F/ Bitmoji
Desde que el ser humano tuvo conciencia de su racionalidad necesitó de los números para poder organizar su vida, para comparar y cuantificar todo lo que observaba, hacía y poseía. Nada de lo que se encuentra a su alrededor, desde aquellos primeros años de la existencia hasta nuestros días, se escapa del escrutinio aproximado o exhaustivo de sus intereses o su curiosidad. Si no contáramos con los números, la vida pudo haberse sumido en una monumental confusión que muy probablemente haya obstaculizado nuestra evolución.
Los números son imprescindibles/ F
Los números, en efecto, objetivaron la realidad, contribuyeron a que esta fuera más precisa, logrando así que las relaciones humanas y los avances en el conocimiento se desarrollaran bajo las exactitudes que proporcionan las cifras. No es exagerado aseverar que cualquier acto que llevemos a cabo, por más simple que sea, está sometido de alguna manera a la cuantificación infalible de los números. Existen personas, incluso, que no saben leer ni escribir, pero la necesidad les obliga a conocer las más importantes operaciones matemáticas.
El número 3/ F
Mi número de la suerte es el tres. Las contadas veces que participo en una rifa, que juego en algún bingo o compro algún boleto de lotería procuro que el 3 siempre se encuentre presente. La principal razón que me induce a preferir este dígito es que nací el día 03 de mayo y es natural que pensemos que si esa fue la fecha que nos reservó el destino para venir a este mundo, algo de buena ventura nos debe proporcionar.
El tres, por otro lado, tiene una persistente presencia en las escrituras sagradas. Padre, hijo y espíritu santo conforman la trinidad cristiana. Son tres las personas que representan a la familia sagrada e igualmente son tres los Reyes que vinieron a adorar al Niño Dios… Y si continuamos investigando, encontraremos muchos buenos motivos para justificar por qué el tres es un número afortunado.
Tal como señalamos al comienzo, en la acción más trivial que llevemos a cabo están presentes los números. Desde el momento en que nos levantamos y miramos la hora, nos encontramos con ellos, en cada receta de cocina, mientras cambiamos los canales de la televisión, en la planificación de cada día, en nuestras compras… La existencia no se sostiene, evidentemente, solo bajo el pormenorizado influjo de las incuestionables cifras, pero estas son imprescindibles para precisar y comparar con exactitud todo lo que hacemos.
Confusión total/ F
Si no existieran los números, la vida estaría llena de imprecisiones, de aproximaciones que podrían estar sujetas a los intereses de cada individuo, lo cual ocasionaría probablemente frecuentes desencuentros que propiciarían un perenne estado de inestabilidad. El conocimiento, por otra parte, estuviese anclado en el empirismo total, ya que solo la exactitud de los números permitió que la ciencia se desarrollara hasta alcanzar los altos niveles de sofisticación tecnológica que conocemos en la actualidad.
Es prácticamente imposible explicar cualquier procedimiento sin que intervengan los números. La confiabilidad de las operaciones, las certezas de que cualquier situación pueda controlarse o volverse a realizar con la misma efectividad no sería posible.
A pesar de que el siete es considerado por algunas culturas un número mágico por su emblemática simbología en eventos astrológicos y sagrados, no creo que resulte un factor confiable para invocar la riqueza. Aunque no soy de esas personas que se niegan rotundamente a probar suerte, de vez en cuando, en los avatares del azar, me parece insensato, por otro lado, confiar en las propiedades de un número para solucionar de forma definitiva mis urgencias económicas.
El método más idóneo para atraer la riqueza es el trabajo, las actividades que realizamos con disciplina y dedicación, de manera organizada y confiando en nuestras capacidades. Centrar nuestras esperanzas de fortuna en abstracciones que se escapan de nuestros dominios no parece ser la mejor forma de alcanzar lo que anhelamos.
Invito a participar a los amigos @elider11, @selectiveperson y @antoniob en este interesante concurso, moderado por la amiga @ciru2014.
Gracias por la invitación apreciado amigo. Estaré participando.
Saludos, amigo...