El Salmo 37 nos alienta a tener paciencia y a esperar en el Señor….reconozco que es de las acciones más difíciles además de ser la de mas esperanza. Frecuentemente, nos sentimos impacientes, pedimos y queremos que Dios actúe inmediatamente, el autor del Salmo nos invita a recordar que debemos confiar en el “tiempo perfecto de Dios”. Descansar en que Él conoce lo que es mejor para nosotros y procederá en el lapso apropiado. Solo debemos seguir confiando, orando y buscando la oración en acción y que se haga su voluntad.

Nos muestra de manera clara y poética lo vital de confiar en Dios en el fragor de las dificultades, como ocurre en estos días en mi país Venezuela. En ocasiones, puede parecer que los infames progresan, siendo los justos olvidados, el salmista afirma que Dios cuidará y proveerá. Aun pareciendo que los injustos poseen recursos y prosperidad, el salmista expresa que Dios es el verdadero abastecedor.

Leerlo me da paz y aumenta mi confianza eso en la práctica me fortalece para continuar, para hacer cuanto bien pueda. Tengo varios días leyéndole aunque confieso que solo memorizo: “Confía en Jehová y haz el bien; y habitarás en la tierra y te apacentaras de la verdad, deléitate en él y concederá las peticiones de tu corazón".

El proceso de leer Salmos desde el contexto individual del hablante poético permite profundizar en ellos, son una fuente de conocimiento, inspiración, vinculación, y espiritualidad. Los salmos tienen como objetivo comunicar, usando el contexto poético para llegar no solo a la mente sino al alma, al sentir, son dirigidos al corazón de quien los lee.