Steemit Engagement Challenge S11-W2 - Los animales (mascota)

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Uno de los animales que siempre he admirado es el burro. Cuando era yo apenas un niño, ya quedaban muy pocos de estos cuadrúpedos en mi pueblo, pero las personas más ancianas contaban siempre sobre sus grandes virtudes, sobre lo útil que fueron durante los tiempos en que no existían vías de comunicación ni las modernas maquinarias que, en nuestra actualidad, hacen la vida más cómoda. En el patio de cada hogar había, por lo menos, uno o dos asnos fuertes y obedientes, dispuestos siempre a cumplir con fidelidad su misión.

Era una tierra de campesinos que para trasladarse de un lugar a otro por los intrincados caminos de aquel entonces tenían que emplear a los burros. En estos llevaban a la ciudad más cercana los productos agrícolas para comercializarlos, cargaban el agua y la leña que se necesitaba en el hogar, los aparejaban a los rústicos molinos con la finalidad de que sirvieran como fuerza impulsadora para su funcionamiento... los usaban para la más pesadas tareas, para todo lo que significara fuerza y disposición.

El burro, de acuerdo con las informaciones proporcionadas por algunos historiadores, fue domesticado desde comienzos del siglo VII antes de Cristo, y desde un principio se utilizó como animal de carga, como un medio de transporte. Está presente en muchos grabados y documentos de las más importantes culturas antiguas como la egipcia, la griega y la romana. En cada una de estas ha tomado diferentes simbologías que están por lo general asociadas al desenfreno sexual, a la ignorancia y a los malos augurios. Como se puede observar, todas de carácter negativo.

Es en La Biblia, específicamente en el Nuevo Testamento, donde el asno es investido de connotaciones positivas, debido a que le sirve de transporte a la familia sagrada cuando emprenden la huida hacia Egipto para salvarse de la persecución ordenada por Herodes. Y es sobre un borrico que regresa triunfalmente el Nazareno a Jerusalén para comenzar a vivir los recordados hechos de sus últimos días. Estas ambivalencias, sin embargo, persistirán siempre en las alegorías más comunes que se exponen en torno a este tenaz animal.

Según algunas fuentes documentales, los asnos son originarios del continente africano, de allí, debido a que fueron utilizados para transportar mercancías, durante la dinámica actividad comercial entre los distintos pueblos, pasaron a Asia, luego a Europa y los conquistadores de este territorio los trajeron a América. De manera que estos animales se encuentran diseminados por casi todo el mundo, con fenotipos diferentes debido a las particularidades ambientales de cada región, pero siempre utilizados dentro de los mismos fines.

Si regreso de nuevo a las concepciones que sobre el burro tenían los campesinos de mi pueblo, debo decir que estos lo consideraban, además de fuerte, como un animal muy inteligente y dotado de un increíble sexto sentido. Una vez que les enseñaban a sus jumentos a recorrer ciertos caminos, ya no se preocupaban por guiarlos de nuevo, ya que sabían exactamente adonde ir. Así mismo, estos hábiles cuadrúpedos podían alertarlos de la proximidad de serpientes o cualquier otro peligro inminente.

Si dirigimos nuestras pesquisas hacia el ámbito internacional, nos encontramos con que el burro se convirtió en el símbolo de la comunidad Cataluña, en España, y del Partido Demócrata estadounidense. En el primer caso, los catalanes decidieron identificarlo como parte de su cultura, como símbolo de resistencia, sobre todo, ya que los asnos originarios de esa tierra se encuentran en peligro de extinción y se comenzó una campaña de protección que fue tomando otros matices políticos más profundos.

El asno del Partido Demócrata, por otro lado, comenzó asignándole a esta tolda política alegorías negativas, relativas a la torpeza y a la lentitud. Sin embargo, los mismos dirigentes, en algún momento, decidieron adoptarlo como un emblema distintivo de su organización y así se quedó. Son estos dos casos que tomamos como muestras para ejemplificar el empleo del asno como un símbolo que encierra distintos propósitos.

Por todo lo que hemos dicho, es fácil suponer que el burro representa principalmente al trabajo fuerte, pesado. Pero además, por su forma de desenvolverse ante la realidad, se le toma como un animal prudente, que no es propenso a las respuestas rápidas e impulsivas porque su proverbial intuición le obliga a ser cauteloso. Debido a su fidelidad y a su mansedumbre, es considerado un compañero excepcional, provisto de una humildad que, junto a la paciencia y la sencillez, lo posicionan como un animal de características muy especiales.

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