Nuestra hija es Ingeniera Civil, yo sabía que lo lograría, estaba preparada, logró superarme con creces, me siento en una nube, lleno de orgullo y emoción. Ahora solo queda el trámite del acto y recibimiento de su título. Aún nos deparan muchas alegrías y emociones.

Cuando sucede una pérdida tan grande, es realmente insuperable, el tiempo es sabio y nos ayuda a tolerar los desafíos del futuro. Sé muy bien de la impotencia abrazadora que se siente, yo estuve allí acompañándote.

¡Tu padre fue un gran hombre y perdurará en nuestra memoria y corazón por siempre!

Saludos, bendiciones, éxitos y suerte en el desafío.