Hoy les presento mi entrada a este interesante desafío. Invito gentilmente a participar a los siguientes amigos: @marito74, @casv y @lanegra2804.

La veo como varias normas y formas de actuar que nos permiten hacer las cosas bien y así triunfar en la vida.

Es bien sabido de que todo en la vida requiere de esfuerzo para materializarse, y el mismo va acompañado de la disciplina, a quien veo como una amiga que nos potencia y ayuda a seguir adelante, venciendo grandes obstáculos y obteniendo buenos aprendizajes.

Siempre fui una niña disciplinada, ya que mi mamá es maestra, jajaja. Gracias a ella y sus buenas enseñanzas, aprendí a ser educada, estudiosa, trabajadora, diferenciar lo bueno de lo malo, esforzarme para alcanzar mis sueños, entre otros. También gracias a diversos profesores de mi colegio, aprendí mucho sobre la disciplina y constancia en todo lo que nos propongamos.

Si he tenido que disciplinar a alguien, a mis alumnos del Curso de Dibujo. Mediante las clases siempre les recuerdo la importancia de la disciplina para alcanzar nuestros sueños, de tener orden en nuestro sitio de trabajo y otras áreas, de siempre actuar con valores, trabajar arduamente en cada una de nuestras metas (sean grandes o pequeñas), entre otros. Siempre trato de dejarles una enseñanza en mis clases, de que todo esfuerzo que hagamos tendrá su recompensa.

La disciplina para mi es amor, porque quien nos enseña a ser ordenados, trabajadores, educados, actuar desde el lado del bien con los valores en mente, no podría ser un acto de odio. Sin embargo, es bien sabido que hay personas que al no tener pedagogía, puede que enseñen de una forma brusca o no adecuada, en especial hacia los niños, pudiendo ésto último ser considerado como un acto de odio por parte de los aprendices.

Siempre he considerado que al ser maestra debo tener paciencia, comprensión y amor para quien le enseño, ya que con malos tratos, fuertes regaños o golpes, nadie aprenderá correctamente y actuará por miedo.

Un rotundo si. En mi curso de dibujo he podido evidenciar como los niños no solo aprenden a dibujar, sino que obtienen grandes beneficios de dicha actividad como la disciplina. Aprenden a esforzarse y volver a empezar, lo que los vuelve persistentes, son trabajadores, aprenden a administrar su tiempo, a tener una buena organización, dedicarse en cada labor que hagan, entre otros.

A quien imparte disciplina le aconsejo que nunca deje de hacerlo, ya que es un acto de amor y al ver los buenos resultados de los aprendices, el corazón se llena de mucha alegría y orgullo. Expreso ésto último por experiencia propia.

A quien recibe la disciplina, le aconsejo que aprenda mucho, aproveche las oportunidades de poner en práctica lo aprendido e incluso fomentarlo en los demás, y no dudar nunca de sus capacidades, ya que la disciplina será una gran aliada.