Hoy vengo a contarles una anécdota de perseverancia, mucho esfuerzo y por supuesto Fe en Dios.

Para nadie es un secreto que para lograr algo en mi país es cuestión de mucho esfuerzo y perseverancia y por supuesto es todo un reto, tanto para mantener comida en tu casa, para adquirir un teléfono, como para comprar un par de zapatos, todo esto hace que los venezolanos estemos en constante esfuerzo y desafío para sobrevivir y tratar de alcanzar lo que nos propongamos, este fue mi caso, junto a mi esposo.

El pasado 10 de octubre cumplimos un año de habernos comprometido, y dos meses de casados el 8 de octubre, fue todo un desafío poder realizar nuestra boda, sabemos que para una boda se gasta mucho en cualquier parte del mundo y es sumamente difícil poder realizar una, mucho mas en mi país que no tenemos una economía normal y por supuesto también en medio de la pandemia

Después de que pasaron 5 meses de nuestro compromiso, y sin a haber comprado ni un solo adorno para la boda, decidimos poner una fecha y nos pusimos un reto en 3 meses haríamos la boda, pues se podrán imaginar las reacciones de amigo y familias, nos dijeron están locos, no lo van a lograr, es mucho dinero que se gasta, nadie se casa en estos tiempos, para que se van a casar y un montón de palabras que no aportaban nada, ni apoyo y mucho menos fe en lo que haríamos.

Pero nosotros estábamos convencidos de que lo lograriamos, pues nuestra fe en Dios era muy grande y teníamos su respaldo y provisión. No les voy a negar que de mi parte en ocasiones venían pensamientos pesimistas y decía es mucho dinero mejor lo gastamos en otra cosa, pero mi pareja me decía confía Dios proveerá, y comenzamos a comprar poco a poco las cosas de la decoración, comencé yo misma a hacer los centros de mesas y cada cosa (adjuntos fotos, así me quedaron)

Luego de dos meses ya teníamos el 50% de todo lo que necesitábamos ya hasta el club lo habíamos pagado, de pasar a no tener nada ya faltaba muy poco, y todo esto lo conseguimos con nuestro esfuerzo y perseverancia, nadie nos dió dinero, como acostumbran que los padres paguen el matrimonio, no fue nuestro caso, todo lo conseguimos por fe y salió de nuestro trabajo.

Después tuvimos que aplazar la boda dos meses pues habían un brote del virus bastante elevado, nos preocupamos un poco pues se presentaban algunos inconvenientes, pero sin desmayar continuamos orando y creyendo, a mis esposo le salió un trabajo muy bueno y pudimos comprar las cosas que faltaban, pusimos nueva fecha, sería el 8 de agosto.

Tuve un vestido hecho a mi medida y como lo quería, y así muchas cosas pudimos alcanzarlas cuando meses atrás lo vimos imposible, y con el poco apoyo que teníamos pudimos lograr lo que nos propusimos.

Fue un desafío, pues en momentos así de tu vida piensas que todos prestarán su apoyo incondicional tanto amigos y familia, pero para nosotros no fue el caso muchas personas no creían en nosotros y lo que queríamos alcanzar, perdimos amistades, se levantaron obstáculos y circunstancias que hacían ver qué no podríamos, pero a pesar de todo seguimos creyendo.

Así fue como pudimos lograr esta meta, con mucha fe, esfuerzo y perseverancia.

Mi consejo es que no importa la circunstancia que te rodean, no influye dónde estés, ni los recursos que te falten, ni mucho menos las personas que pienses que estarán de tu lado brindando su apoyo. SIEMPRE puedes lograr lo que sueñas y lo que te propongas, no importa cuan difícil o lejos estás de alcanzarlo, con mucha PERSEVERANCIA Y FE puedes lograrlo.

Muchos no van a creer en ti y quizás hasta te pongan un pie para que te caigas, pero si crees en que lo harás y te levantas aún cuando caigas te aseguro que lo que anhelas podrás conseguirlo.