Bien es cierto, que vivimos muchos momentos maravillosos que hoy por hoy añoramos y que lamentablemente ya no pueden volver.

A propósito de los meses venideros, diciembre es un mes especial por las fiestas de navidad y fin de año. Recuerdo que en casa, eran momentos de mucha alegría, disfrutábamos de los estrenos para esos días especiales, la ricas comidas y el compartir en familia.

En esa época, se pintaba la casa, hacíamos jornadas profundas de limpieza para luego colocar los adornos con motivo de navidad. Era la mejor época, dónde los regalos hacían su mejor gala en esos días festivos.

Pero nada dura para siempre, y aunque sé que a pesar de la crisis que sufre nuestro país hay hogares donde reina la paz y la unión, en mi casa nada volvió a hacer igual que antes.

Mi madre se enfermó con Alzheimer, y de aquellos días felices, solo queda un nostálgico recuerdo. Estuvo enferma 8 años hasta que falleció.

Toda la atención estaba centrada en ella, en sus medicinas y sus cuidados. Las navidades en casa no volvieron a ser las mismas nunca más.

En cada casa a donde voy, extraño la presencia de mi madre y aquellos días felices que compartió conmigo, días que no volverán, pero a pesar de todo, la vida continúa y debemos seguir adelante.