Contest: Write a Short Story Taken From Your Life | Family Edition | Prize: 12+ Steem | 5% To bd-charity por @rebedir2

Puedo decir que vivimos nuestras vidas con momentos altos y bajos, pero el que me atañe en este escrito, es uno muy triste de agonía, ansiedad y aislamiento, correspondiente al 20 de agosto del año 2020, el más terrible como lo fue ver morir inesperadamente a mi esposo sin que yo pudiera hacer nada...

Enfermó con el virus, y se hizo muy complicado su atención médica, comprar medicinas, aquí en Venezuela la situación país es muy crítica.

Era una semana decretada “radical”, no surtieron gasolina, nuestro carro dañado, los vecinos y amigos sin combustible. Aparte de todo, a los conocidos y hasta a la familia le da miedo acercarse por temor al contagio, entonces me sentí muy sola.

Viéndolo con angustia por falta de oxígeno, le pregunté a Dios: -Señor, como ayudo a mi esposo? dame fuerzas. Yo casi desvanecía.

Fue entonces cuando mi cuñada llamó a un amigo para que nos auxiliara, y debo confesar que fue el único que se dignó, aun a expensas de dañar su carro, completando la gasolina con gasoil para llevarnos hasta el hospital.

Nunca perdí la esperanza de que pudieran colocarle oxígeno y así mejoraría; sin embargo, como dije antes, la situación sanitaria en el país es desastrosa, corrí de un lado a otro implorando auxilio, solo necesitaba una mascarilla de oxígeno para auxiliarlo (por supuesto nunca apareció)

Aunque mi esperanza nunca declinó, finalmente me quedé atónita, ¡NO LO PODÍA CREER! mi esposo había dejado de existir, producto de un paro respiratorio, sin tiempo a una respuesta, un adiós, una explicación, o un por qué?

Eso ha marcado para siempre mi corazón; experimentar personalmente lo efímero que es la vida. Muchas veces nos olvidamos de abrazar, decir a tiempo: te quiero, te extraño, cosas realmente sencillas y que a la final son las que te llenan como persona.