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Hay que creer en el destino y la suerte, pero sobre todo en la Providencia de Dios.
Era un Jueves Santo y estaba con mi familia en la Playa Puerto La Gloria, en el Estado Sucre, Venezuela.
En la familia acostumbramos los días de la Semana Santa, viajar a la Playa para desestrezarnos de la cotidianidad.
En esta oportunidad, uno de los habitantes de la localidad, al enterarse que íbamos a preparar una tortilla de pescado salado o cuajao, nos propuso llevarnos a las Barbonas, que por encontrarse en el Golfo de Cariaco, debíamos trasladarnos en bote.
Fuimos en su peñero. Cuando íbamos a mitad del camino, repentinamente se produjo un fuerte viento y oleaje, a varios se nos cayó en el mar los sombreros y gorras; por lo que el dueño de la embarcación decidió regresarse a buscarlas, a pesar de que le decíamos que no, por el miedo del temporal.
A los pocos minutos ya nos encontrábamos en las barbonas disfrutando del clima, que cambió para bien.
Los más jóvenes del grupo se aventuraron a explorar el lugar, perdiéndosenos de vista. Los lugareños contaban historias de personas que se habían perdido y nunca regresado. El miedo y la desesperación se apoderaron de los que estábamos ahí, ya que nuestros hijos eran los que habían partido a excursionar…. Gracias a Dios regresaron pasadas las horas, todos bien, aunque con algunos rasguños por la vegetación.
Al caer la tarde, decidimos volver, encomendándonos a Dios, no sin antes limpiar el sitio y recoger la basura que la habíamos recolectado en bolsas negras, para botarlas en el lugar destinado para ello
Cuando llegamos a Puerto La Gloria, nos dimos cuenta que la basura estaba con nosotros y habíamos perdido nuestras pertenencias, ropas, toallas, libros de lecturas, entre otros… Todo esto por confusión de la bolsas que todas eran negras.
En el momento, sentimos ira y desesperación, pero luego reflexionamos y agradecimos grandemente a Dios que todos estuviéramos bien, gracias a su Misericordia y Amor. Lo material se recupera, lo más importante era nuestras vidas y bienestar. Es una experiencia que nunca olvidaremos.