¡ Cobarde !
No es que te hayas ido,
sino como lo hiciste.
No fuiste lo suficiente hombre,
para enfrentar lo que ibas hacer.
Lo que en verdad eras,
lo demostraste, fuiste un ¡Cobarde!
No diste la cara,
no me miraste de frente,
porque sabías que quién fallaba,
¡Eras tú Cobarde!
No te importaron tus hijos,
no te importo nada ¡Cobarde!
Y te decías ser un hombre,
pero yo siendo mujer,
he demostrado ser más hombre que tú.
Que sola he sido madre y padre,
he levantado las ruinas.
Del hogar que dejaste,
que ahora es un castillo.
Donde mis hijos son los príncipes,
y yo soy la Reyna.
Tú quedaste siendo un plebeyo,
creyéndote tu mentira y tu cobardía.