Mi nombre es Alegna y provengo de la espeluznante nación sudamericana que limita con Colombia y Brasil en plena Amazonía: les hablo de nuestra amada Venezuela que tiene mucho potencial en todos los sentidos, aunque lamentablemente hoy en día estamos atravesando por una grave situación precaria tanto económica como política que esperamos pronto llegue a su fin. Mientras tanto les quiero describir a continuación las tres principales razones y sus correspondientes cambios que espero ver en plena mejoría para estar cada día más orgullosa de mi nación.

Mi Venezuela hermosa y querida cuenta con una multivariedad de entornos climáticos que van desde las montañas, los llanos, sus blancas playas y hasta inmensas selvas. Todas compaginadas en una dualidad de estación seca y lluviosa que nada tienen que envidiarle a las zonas con sus bien definidas estancias por la primavera, verano, otoño e invierno. Un incremento en el incentivo turístico es lo que se necesita ver para valorar mucho más lo que tenemos alrededor y atraer centenares e incluso miles de extranjeros que vengan a conocer la majestuosidad ambiental venezolana a través del macizo guayanés, los médanos de Coro, los relámpagos del Catatumbo, la costa caribeña, entre otras. Lastimosamente se han descuidado muchos de nuestros enclaves naturales a merced de las actividades industriales y comerciales que van a afectando poco a poco lo que tanto tiempo le ha llevado a la madre Tierra formar. Caso específico les dejo de la celebración de una reunión privada encima de un tepuy que fue denunciado en redes sociales para tomar cartas en el asunto. También urge la extensión de la enseñanza del idioma inglés a los pobladores de los sitios más visitados en pro de una mejor interacción con quienes vienen a conocer estas tierras venezolanas.

El calor humano ofrecido por su gente sin importar de dónde vengas es sin lugar a dudas algo difícil de descrifrar. Siempre nos hemos caracterizado de un buen humor que le saca provecho a cualquier situación por más incómoda que parezca, que hasta muchos de nosotros hemos tomado la buena iniciativa de emprender para afrontar la actual crisis económica que vive Venezuela. La población merece mayor consideración hacia su dignidad, contar con un buen salario que al menos cubra sus necesidades más básicas, además de tener garantizado un correcto funcionamiento de los servicios más esenciales como lo son el agua potable, la electricidad, el gas doméstico, el aseo urbano, gasolina, entre otros. Han habido constantes problemas con la prestación generalizada de todos ellos por parte de las autoridades que han causado demasiada disconformidad entre los venezolanos. Ni qué decir del combate de la violencia e inseguridad que va cada día en ascenso y es lo que quisiera también ver en mejoría sostenida para un buen porvenir.

Mi país tiene una única pero extensa mezcla de influencias africanas, europeas y propias de sus primitivos aborígenes debido a la época de la conquista originada por los españoles que traían consigo no sólo esclavos, sino también cultura religión e idioma. Por su riqueza histórica evidenciada en edificaciones antiguas, hace falta más conciencia colectiva para incrementar nuestro sentido de pertenencia y combatir la apatía ante los patrimonios y costumbres que en su momento estuvieron muy arraigadas en los hábitos de sus pobladores, pero que ahora va disminuyendo el efecto permanente que no se debe perder. El cambio a ejecutar es educar con más ahínco a nuestros jóvenes y niños a que conozcan la historia y tradiciones con su debida relevancia para mantenerlas vivas de generación en generación.

Éstos son pues los tres cambios importantes sobre los tres aspectos de más peso que me hacen querer ser orgullosa de pertenecer a esta región de mujeres hermosas y con lugares de encanto. De antemano es un gran placer haberles conocido, esperando mantener un buen contacto prolongado. Saludos latinoamericanos.